¡Allinllachu!, dice al saludar Renata Flores, la cantante quechua de 20 años, a su comunidad de Instagram. “Poco a poco se va ganando un público identificado conmigo”, cuenta emocionada la ayacuchana. Su propuesta, aunque desencaja de lo que se puede escuchar comúnmente en radio o televisión, es novedosa y atrae oídos dispuestos a redescubrir no solo nueva música, sino una lengua originaria.
Puede ser algo complicado, reconoce la joven, pues no se trata de una propuesta comercial. Pero a través de Internet, la fusión del quechua con la música electrónica y urbana ha captado un público joven que festeja sus raíces y la modernidad.
Apuesta por el videoclip
La música no solo entra por los oídos. Por eso, Renata apuesta con fuerza por videoclips que compitan a nivel internacional. “Así, la industria voltea a vernos”, apunta. Para ella es aún sorprendente que en el extranjero “se valore a veces el triple la diversidad cultural que expone el peruano”, pero no se desanima.
Por el contrario, explica, “cada vez hay más academias; e incluso, en la Universidad de Huamanga, algunas carreras tienen como requisito hablar quechua, por eso lo enseñan en su instituto”. Parte de ello, considera, se debe a que artistas como ella trabajan para que hablar en una lengua originaria sea motivo de orgullo.
De hecho, ella tampoco conoce a profundidad la lengua que escuchaba hablar a sus padres y abuelos en casa. “Me decían algunas palabras sueltas, pero no practicaban a diario”, explica.
La pantalla de exposición para ellos, sin embargo, son las plataformas de streaming. YouTube y Spotify son los primeros pasos a dar. Renata aprovechó también los concursos de canto como “Los 4 finalistas” para difundir covers de Michael Jackson o Alicia Keys. “Pero la TV no es para siempre”, menciona y no hay muchos espacios para mostrar nuevas propuestas. “No les da rating, supongo”, dice entre risas.
La oportunidad que le dio la televisión y el Internet, eso sí, fue conocer a cantantes como la criolla Eva Ayllón o la salsera Daniela Darcourt, así como con el productor Tony Succar. Con ellos lanzó la canción “Arriba Perú”.
Como referentes también tiene a Lucho Quequezana, Jaime Cuadra, y Miki González.
Como ellos, Renata aspira a estar en escenarios internacionales. Al igual que Billie Eilish o Nathy Peluso, espera algún día estar en plataformas como Colors.
Financiamiento
¿Una carrera digital es rentable? “Sí”, asegura Renata. Es que por ese camino ella ha formado colaboraciones con otros músicos, pero también alianzas con marcas como Nike, Sedal, KFC y próximamente lanzará un comercial para una tienda por departamento. “Eso ayuda porque tienes un presupuesto para seguir trabajando”, indica la compositora. Los números resultan clave para artistas como ella que, más que covers, quiere componer su propia música.
Profesionalizar su carrera requiere más que su abuela, su mamá y un profesor para ayudarla a traducir las letras al quechua. O de fondos que provee el Ministerio de Cultura (los cuales sirvieron para lanzar su primer álbum “Isqun” (“Nueve”, en español).
Se requiere de una estrategia de marketing, una comunidad fiel, una disquera dispuesta a invertir en propuestas frescas pero que respete el estilo del artista y su misión. Objetivos así no son sencillos de lograr y requieren de tenacidad, como la que tiene Renata.