(Bloomberg).- Más de 60 millones de personas utilizan la aplicación de citas de Trading Ltd. en lugares como América Latina y Rusia, pero en Londres, lo único que todos conocen son las fiestas de la compañía.

Mujeres semidesnudas vestidas de sirenas. Modelos casi desnudas utilizadas como platos de sushi. Otras recubiertas de pintura corporal.

¿Nota un tema común? En la fiesta de la primavera de Too Funky Friday, en un acto de homenaje a George Michael, una mujer en bikini bailaba en torno a una barra de stripper y otras circulaban en ligeros uniformes de policía y trajes de carnaval.

Estas veladas desenfrenadas se utilizan como una herramienta de contratación, dicen buscadores de ejecutivos, así como empleados actuales y anteriores.

Cuando no descorchan champaña en limusinas Hummer o beben vodka de una escultura de hielo grabada con el logotipo de la empresa, el personal de Badoo de unas 400 personas gestiona una aplicación semejante a Tinder que no es particularmente conocida en su tierra de origen.

Los dos empleados que organizan las fiestas a tiempo completo están ayudando a ampliar el atractivo de la startup. Planificadores de eventos contratados complementan sus tareas, incluida una empresa que se especializa en espectáculos de circo y cabaret.

Aunque noches como la celebración anual de Navidad pueden llegar a costar un total de US$ 385,000, y un acto en una conferencia en París salió cerca de US$ 2 millones, la típica fiesta de Badoo cuesta a la compañía entre US$ 25,000 y US$ 45,000, dice la compañía. A finales del 2015, había una cada semana.

Todas esas fiestas están empezando a tener un costo, y no sólo financiero. Algunos empleados se quejaron a recursos humanos y varios dejaron Badoo el año pasado debido a las fiestas y la cultura laboral general de Badoo, según seis empleados actuales y anteriores.

Las quejas eran bastante semejantes, dicen las personas: el estilo informal de Badoo a menudo podía ser una ventaja, pero su cultura de oficina regularmente sexista no era lo que buscaban los trabajadores que se fueron. El año pasado, la frecuencia de las fiestas comenzó a disminuir de semanal a mensual.

Badoo dice que no ha recibido ninguna queja seria u "oficial" sobre su ambiente de trabajo o las fiestas. Andrey Andreev, de 43 años, fundador y máximo responsable ejecutivo de la compañía, dice que están destinadas a recompensar a los empleados, muchos de los cuales son jóvenes rusos que viven fuera de sus hogares por primera vez.

"Los temas y el entretenimiento son seleccionados por nuestros empleados, tanto hombres como mujeres, y están basados ​​en sus sugerencias y comentarios", dice. Las agencias de contratación y antiguos empleados dicen que los eventos en verdad han definido la reputación de Badoo en Londres y, a menudo, ayudan a Andreev a competir con ofertas más lucrativas de la talla de Google y Facebook, de Alphabet Inc.

La celebración veraniega del décimo aniversario, celebrada en un parque de diversiones, incluía a mujeres vestidas principalmente con pintura corporal. "De vez en cuando, algunos temas no coinciden con mi gusto personal", dice Andreev, agregando que recientemente reemplazó a sus contratistas de planificación de eventos.

El máximo responsable señala que Badoo también organiza eventos familiares, comprendida una fiesta de Navidad para los hijos del personal.

No obstante, los niños no fueron invitados a la fiesta de Navidad más reciente. Ése fue el evento donde la gente comía sushi modelos.

"Es ciertamente equivocada e inapropiada", dice Jo Keddie, abogada especializada en empleo de Winckworth Sherwood, sobre la cultura de fiestas de Badoo.