“Me dijeron que habían propuesto mi nombre, pero no me quise emocionar demasiado”, recuerda Andrea Martínez sobre las primeras conversaciones que tuvo para telonear a Coldplay. En sus propias palabras, “se hizo la loca para no decepcionarse después”. Pero entonces llegó una segunda llamada.
“Andrea, creo que vas a ser tú”, escuchó a través del auricular. Aunque ella no se lo terminaba de creer, decidió empezar a trabajar en el concierto que podría dar. Seleccionó las canciones que quería cantar, las ordenó en un setlist y empezó a diseñar su show.
La tercera llamada fue la que le confirmó la noticia. “Desde ese día empecé a trabajar con mi equipo en la propuesta que quería entregar y pulir todos los detalles. He estado tan ocupada que casi no me lo termino de creer”.
El inicio
Desde los 12 años, Andrea paseaba por talleres, clases particulares y academias de música; lo que la llevó a pisar un escenario por primera vez. “Era una niña, pero sabía que cuando cantaba tenía que darlo todo de mí. Me acuerdo que me encerraba en mi cuarto, agarraba mi escoba e imaginaba que estaba frente a miles de personas que coreaban mis canciones, incluso imitaba a los cantantes que me gustaban”.
Cuando empezó a desarrollar su gusto musical, el género de moda era el new metal, así que era común encontrarla escuchando Limp Bizkit, P.O.D o Korn. Sin embargo, Evanescence y su líder, Amy Lee, fueron quienes marcaron su despertar musical. Andrea estaba impresionada por la presencia escénica de Lee, por ver a una mujer cantando un género tan fuerte. “Era el referente femenino que necesitaba”.
Aunque han pasado muchos años y el rock ya no es de sus géneros más escuchados, Andrea sigue sintiendo que no hay lugar en el que se sienta más cómoda que en un escenario. “Me dicen que me transformo, pero solo sobre las tablas puedo mostrar la faceta de mí que está apagada el resto de tiempo”.
Drama
Cuando arrancó la pandemia, Andrea y su hermano decidieron aprovechar el aislamiento para terminar “Drama”, su primer disco. “Tengo la dicha de que Arturo también se dedique a la música, así que nos juntamos para trabajarlo y él lo mezcló y masterizó”, cuenta la cantante.
Define su proceso creativo como catártico. Las nueve canciones del disco, divididas en dos actos y un intermedio, son un paseo melancólico por diferentes emociones y géneros musicales, desde beats electrónicos hasta vientos andinos.
La primera canción del disco es una declaración de intenciones y lleva el título “Dragones”. “La escribí cuando sentía todas las emociones contradictorias que me da la música: aunque sea un camino duro, me encanta poder dedicarme a ello. Me presté de lo dicho por Cerati –”yo nací para esto”– y completé: desde que nací, supe que esto era para mí”, relata.
Esa misma pasión y entrega es la que puede esperar el público de los shows que dará este mes con la banda británica. “Quiero sudar de la cabeza a los pies y armar un espectáculo inolvidable”, concluye.
EL DATO
Concierto. Más de 40,000 peruanos se reunirán el 13 y 14 de setiembre para corear las canciones de Coldplay, que vuelve al país con su gira Music of the Spheres. Andrea Martínez dará un show de media hora antes de darle paso a Camila Cabello. “Estoy muy emocionada por ser parte de este concierto, sé que vendrán más cosas”, confiesa la cantautora.