La medida sigue a un proceso en el que Europa compra cada vez menos a Moscú y redibuja aún más los flujos globales de la productos básicos, justo cuando la inflación en la eurozona alcanza su punto más alto.
La medida sigue a un proceso en el que Europa compra cada vez menos a Moscú y redibuja aún más los flujos globales de la productos básicos, justo cuando la inflación en la eurozona alcanza su punto más alto.

La prohibición que planea Europa sobre las importaciones de petróleo ruso y la relajación de las restricciones de COVID-19 en China amenazan con sumar una nueva sacudida al aumento de los precios al consumidor.