La Villa Haitiana se ha convertido en un espacio de acogida en Tijuana, la mayor urbe de la frontera norte de México, que brinda vivienda para los migrantes de Haití ante la discriminación y violencia que padecen en medio del creciente éxodo, que se ha más que duplicado en lo que va de año.
Ante los mayores desplazados por la crisis política y la violencia de pandillas, la organización The Haitian Bridge Alliance creó esta villa para que vivan decenas de personas en Tijuana, donde Petit Frere Vivianne, organizadora comunitaria, compartió a EFE que la respuesta surgió tras el éxodo de 2019.
La villa está en un terreno prestado por la organización de La Casa de los Pobres “para ayudar a las familias que no pudieran solventar una renta (alquiler) en la ciudad”.
“Las rentas son muy caras y había familias que no podían cubrir los costos y aquí se les brindó un espacio, las casitas fueron donadas por diversas organizaciones y, hasta la fecha, se sigue manteniendo esa esencia en un lugar en donde también cuentan con servicios de luz y agua potable”, dijo.
Vivianne recalcó que la prioridad ha sido recibir familias, por lo que en el corredor de este lugar hay niños jugando con una pelota, con muñecas en mano o corriendo en la Villa, que también cuenta con una iglesia, cocina comunitaria y un comedor para todos los habitantes.
En particular, el lugar atiende a quienes quedan varados ante las restrictivas políticas migratorias de Estados Unidos y ante la tardanza en las citas de asilo de la aplicación ‘CBP-One’ de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
“Nosotros estamos buscando una vida mejor en otro país, yo puedo decir al presidente (de Estados Unidos) Joe Biden que puede tener paciencia para nosotros, para cruzar allá, nosotros somos buenos trabajadores, no somos peligrosos”, comentó a EFE una de las residentes del lugar que optó por el anonimato.
Encontrar el sueño en Tijuana
El Gobierno de México registró una subida interanual de 193% en la migración irregular en la primera mitad de 2024 hasta un récord de 712,000, de los que 30,476 son de Haití, un incremento del 122%.
Vivianne contó que, al igual que muchos de sus compatriotas, ella salió huyendo para resguardar su integridad y su primera estancia fue en Brasil, donde pasó varios años, y posteriormente fue en México, en Tijuana, donde encontró su “sueño” y se estableció para echar raíces y ahora ayudar a los de su comunidad.
Hoy, junto a su pareja, administra además un restaurante de comida haitiana en la ciudad, que también se ha vuelto un punto de referencia para la comunidad de este país establecida en Tijuana y la que está de paso.
Jeff, otro de los integrantes de la organización, dijo a EFE que ayudan a las personas a tener una buena estancia mientras están a la espera de sus citas y los orientan para que algunos al final decidan mejor quedarse aquí, donde pueden encontrar oportunidades de crecimiento.
Si bien -coincidieron ambos activistas- en la Villa Haitiana todavía hace falta mejorar algunas cosas, el lugar ya se ha convertido en un referente para esta población caribeña, cuya inmigración incrementaría ante la violencia de las pandillas y la crisis política de la isla.
“Será importante que nos mantengamos aquí alertas, porque es muy probable que con todo lo que sigue sucediendo en mi país, muchos quieran salir de ahí y todo apunta a que será Tijuana el lugar para llegar”, expresó Vivianne.