El primer ministro de Irak anunció el viernes la reapertura de la refinería de Beiji, la más grande del país, que permaneció cerrada por una década tras resultar dañada en el combate contra el grupo extremista Estado Islámico.
El primer ministro Mohammed Shia al-Sudani dijo en un comunicado que la reapertura de la refinería permitirá a Irak satisfacer sus necesidades internas de derivados de petróleo, ahorrando miles de millones de dólares anuales que, dijo, “se invertirán en otros servicios y aspectos de la economía”.
“Iraq, con su producción de más de 4 millones de barriles diarios, sigue importando derivados del petróleo”, dijo al-Sudani. Con la reapertura de Beiji, añadió, “estamos cerca de satisfacer todas las necesidades de derivados de petróleo del país, como máximo a mediados del año”.
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La refinería petrolera de Beiji, a 250 kilómetros (155 millas) al norte de Bagdad, no había funcionado desde que el grupo Estado Islámico tomó la ciudad como parte de su incursión en gran parte de Irak en el verano de 2014. La instalación, que tenía una capacidad de producción de más de 300.000 barriles diarios, resultó seriamente dañada en el combate, cuando las fuerzas iraquíes atacaron para retomar el control de ese sitio estratégico.
Gran parte del equipo de la refinería fue robado. En agosto, al-Sudani anunció que se recuperaron alrededor de 60 camiones de suministros y equipo que habían sido robados de la instalación, y fueron hallados en la región semiautónoma kurda en el norte de Irak.
En enero, el ministro de Electricidad de Irak anunció que recibió una propuesta de una empresa qatarí para invertir en la cercana central termoeléctrica de Beiji. El plan comprende el desarrollo de seis unidades de producción para generar 2,100 megavatios.