La ciudad brasileña de Porto Alegre, que lleva tres semanas inundada por la crecida sin precedentes del río Guaíba, recuperó este lunes la conexión aérea a través de vuelos comerciales con el inicio de las operaciones de una base militar.
El primer vuelo comercial llegó este lunes a la base aérea de Canoas, situada en la zona metropolitana de Porto Alegre y que en los próximos meses se convertirá en la terminal aérea más cercana a Porto Alegre, la ciudad más importante del sur de Brasil.
El aeropuerto de Porto Alegre está cerrado desde que fue invadido por las aguas el 3 de mayo pasado debido a las inundaciones que han causado al menos 170 muertos en el sur de Brasil.
Si bien la base de Canoas ya había sido utilizada para recibir envíos de ayuda humanitaria, ahora ha sido adaptada para recibir vuelos comerciales.
Los pasajeros tienen que realizar el embarque y desembarque en un centro comercial ubicado a 3 kilómetros de la base, desde donde son transportados en autobús.
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Fraport, la concesionaria responsable del aeropuerto Internacional Salgado Filho de Porto Alegre y subsidiaria del aeropuerto de Fráncfort, es la responsable por la operación.
El servicio comercial de Canoas se estrenó con la llegada de un vuelo de Latam desde el aeropuerto de Congonhas, en São Paulo, una ruta en la que esta aerolínea operará cinco vuelos semanales.
Desde el próximo sábado, la aerolínea Azul realizará vuelos desde la ciudad de Campinas, mientras que GOL lo hará desde Guarulhos, el aeropuerto internacional de São Paulo.
Las trágicas inundaciones que azotaron varias localidades del sur de Brasil desde hace un mes dejaron anegado e inoperativo el aeropuerto internacional Salgado Filho.
En las últimas semanas, las autoridades han aumentado las rutas hacia los aeropuertos de otras ciudades cercanas.
Fraport declaró que todavía no hay una fecha para la reapertura del aeropuerto Salgado Filho ya que, con sus pistas y terminal afectados por el agua, precisa pasar una inspección y reparar los daños antes de poder volver a la normalidad.
Son más de 2 millones las personas afectadas por las inundaciones, que causaron la muerte de 169 personas y han obligado al desplazamiento de 630.000, mientras que otras 56 siguen desaparecidas.
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