Las conversaciones entre Estados Unidos y China para buscar un acuerdo comercial progresan “muy bien”, afirmó este martes la Casa Blanca, a pesar de la nueva política de aranceles del presidente Donald Trump y las medidas de represalia de Pekín.
“Vamos muy bien con respecto a un potencial acuerdo comercial con China”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. “El presidente y la administración están preparando el escenario para un acuerdo (...), la pelota se está moviendo en la dirección correcta”, añadió.
En el marco de un evento a puertas cerradas organizado por el banco estadounidense JPMorgan Chase en Washington, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, estimó que la situación actual es insostenible para las dos potencias, informó a la AFP una fuente presente en la sala.
El jerarca consideró que los altos aranceles que las dos mayores economías del mundo impusieron mutuamente a sus importaciones equivalían a un embargo comercial recíproco.
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Bessent se refería a la nueva andanada arancelaria que Washington y Pekín se impusieron recíprocamente este año, tras el regreso del magnate republicano Donald Trump a la presidencia, en enero pasado.
Desde el inicio del nuevo gobierno, Estados Unidos impuso aranceles adicionales del 145% a numerosos productos procedentes de China. El motivo alegado es el supuesto papel de Pekín en la cadena de suministro de fentanilo y también por supuestas prácticas desleales.
China respondió fijando aranceles del 125% sobre los productos estadounidenses.
En este contexto de aparente estancamiento, Bessent estimó que pronto debería producirse una desescalada en este enfrentamiento comercial.
