La guerra en Ucrania ha llevado a los líderes de la OTAN a respaldar en la cumbre de Madrid un nuevo plan defensivo que permitirá a la Alianza desplegar 300,000 militares en cualquier punto de la organización transatlántica en un plazo máximo de treinta días, si fuera necesario para responder a una emergencia o crisis.
Esa iniciativa forma parte de las medidas que la OTAN ha tomado en los últimos meses en respuesta a la invasión rusa de Ucrania y es uno de los principales resultados de la cita aliada en la capital española.
La conocida como Fuerza de Respuesta de la OTAN es una fuerza multinacional altamente preparada y tecnológicamente avanzada formada por componentes terrestres, aéreos, marítimos y de Fuerzas de Operaciones Especiales que la Alianza puede desplegar rápidamente allí donde sea necesario.
En la actualidad, cuenta con 40,000 efectivos que pueden desplegarse en menos de quince días.
El Acuerdo de Madrid
En la cumbre de Madrid, los líderes de la OTAN han dado luz verde a una revisión completa de la Fuerza de Respuesta de la organización que permitiría desplegar hasta 300,000 soldados en treinta días en cualquier parte del territorio aliado.
Para ello, la Fuerza de Respuesta de la organización quedará dividida en varios niveles o segmentos.
El primero de ellos lo compondrán más de 100,000 soldados que se podrán desplegar en un plazo máximo de hasta diez días.
Un segundo nivel estará formado por otros 200,000 militares más que podrán estar sobre el terreno en un periodo de entre diez y treinta días.
De ese modo, los 300,000 efectivos estarían en cualquier lugar de la Alianza para hacer frente a una emergencia o amenaza en un mes, como máximo.
El tercer y último nivel supondría el despliegue de al menos 500,000 soldados en un plazo de entre 30 y 180 días.
Según la OTAN, este nuevo sistema permitirá una respuesta de la Alianza “en una escala mucho mayor y con una mayor disponibilidad que la actual Fuerza de Respuesta de la OTAN, a la que sustituirá”.
Proporcionará una reserva mayor de fuerzas de alta disponibilidad en los diferentes ámbitos, incluidos tierra, mar, aire y ciberespacio.
Esas fuerzas estarán preasignadas a “planes específicos” para la defensa de los países aliados, de acuerdo con la organización transatlántica.
“Mejorará la capacidad de la OTAN de responder con muy poca antelación a cualquier contingencia, y permitirá a los aliados poner más fuerzas a disposición de la OTAN de manera segura”, subraya la Alianza.
Aspectos pendientes de concretarse
Se espera que la transición al nuevo modelo de fuerzas se complete en el 2023.
Pese al respaldo de los líderes a la iniciativa en Madrid, aún deben aclararse aspectos como su escala y composición precisas.
“Requiere, como siempre que haces cosas en la OTAN, que los aliados aporten las fuerzas que han prometido proporcionar y estar a la altura de tal decisión. Pero, de acuerdo con lo que hemos hecho antes, estoy seguro de que esto también sucederá esta vez”, declaró el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, el miércoles.