Puede que la deuda estudiantil de US$ 1.6 billones de Estados Unidos no represente una amenaza directa para la economía, pero está causando una angustia que va mucho más allá de las preocupaciones financieras para los individuos que deben ese dinero.
Uno de cada 15 prestatarios ha considerado el suicidio debido a sus préstamos estudiantiles, de acuerdo con una encuesta a 829 personas realizada el mes pasado por Student Loan Planner, un grupo de asesoramiento de deuda.
La mayor parte de la deuda estudiantil corresponde a personas con saldos en el extremo inferior de la escala, y solo el 0.8% de la población de Estados Unidos debe más de US$ 100,000, según economistas de Deutsche Bank. Han calificado el tema como un "problema micro" para individuos, en lugar de un problema macro para la economía.
Sin embargo, la cifra equivale a 2.8 millones de personas con una deuda de alrededor de US$ 495,000 millones en marzo, según datos del Departamento de Educación. Aún más preocupante es que se trata de un aumento de casi US$ 61,000 millones desde finales de 2017.
Los préstamos estudiantiles son el segundo tipo de deuda por tamaño en Estados Unidos después de las hipotecas y, a menudo, son más caros de pagar en relación con la cantidad adeudada porque las tasas de interés son generalmente más altas. Sin mencionar que, a diferencia de comprar una casa, una educación no es un activo tangible que se pueda vender.
También se está convirtiendo en un relevante tema político a medida que se acerca la elección presidencial del próximo año. La senadora Elizabeth Warren ha propuesto un plan para cancelar los préstamos de muchos prestatarios, mientras que el ex gobernador de Colorado, John Hickenlooper, abordó algunos de los efectos en cadena para la economía en una presentación en la conferencia del Instituto Milken la semana pasada.
"Por supuesto que a los mileniales les encantaría comprar una casa", dijo Hickenlooper el 30 de abril en Los Ángeles. Pero, "¡están endeudados!"
Los siguientes casos muestran los costes mensuales asociados con diferentes niveles de deuda estudiantil. El primero anticipa un préstamo a 10 años al 6%. Para poner las cifras en perspectiva, una hipoteca a 30 años de US$ 400,000 a las tasas de interés actuales costaría alrededor de US$ 2,000 al mes.
En el segundo caso, los préstamos se muestran a un plazo de 20 años con tasas del 7%. Los pagos mensuales son más pequeños pero la carga general es mayor, con pagos de intereses totales de una deuda de US$ 100,000 que superarían los US$ 86,000.