La mayor reunión global dedicada al comercio en los últimos cinco años, a la que han acudido ministros y responsables de Comercio de 164 países, ha entrado en su recta final con dudas de si se podrán aprobar acuerdos vitales para la sostenibilidad de los océanos y el acceso a las vacunas contra el COVID-19.
Estos dos temas, junto con una prórroga de dos años a la exoneración de aranceles para el comercio electrónico, son “el mínimo que debe salir de esta Conferencia Ministerial” de la Organización Mundial del Comercio (OMC), dijo una fuente diplomática latinoamericana.
Las delegaciones de los países miembros de la OMC se encuentran desde el pasado domingo en un frenético ritmo de reuniones para acercar posiciones en los últimos aspectos pendientes de acuerdo, que aunque son pocos son los más delicados.
Varios delegados de distintas regiones consultados por Efe aseguraron que hay voluntad de anunciar al término de esta Conferencia Ministerial acuerdos significativos, lo que sería un balón de oxígeno para la OMC, que lleva varios años sin avanzar en ninguna negociación.
También lo sería para el multilateralismo en general, inmerso en un periodo en el que se teme que la guerra en Ucrania termine dividiendo al mundo en dos bloques comerciales enfrentados.
Sin embargo, en boca de todos está el mismo nombre, “India”, como el obstáculo principal para conseguir los esperados acuerdos.
“Lo único que hace en las reuniones es exigir y exigir, y decir que está en desacuerdo con todo”, comentó un embajador de un país en desarrollo.
India se ha convertido en una piedra en el zapato de estas negociaciones, que se realizan en el primer encuentro multilateral de comercio de esta escala desde el 2017, ya que esta Conferencia Ministerial (la 12ª desde la creación de la OMC en 1995) fue aplazada dos veces debido a la pandemia.
Tras los dos primeros días de reuniones, la directora general de la organización, la nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala, animó a los delegados a “seguir trabajando, hablándose unos a otros, consultándose y mostrando la flexibilidad que he visto hasta hora”.
Tradicionalmente en la OMC las negociaciones se han desarrollado bajo la lógica de “paquetes”, es decir en el que los avances dependen de concesiones que se hacen cambio de obtener algo en un tema diferente.
Según varias delegaciones ésta es la estrategia que estaría siguiendo la India al negarse, por ejemplo, a aceptar acuerdos para eliminar los subsidios a la pesca dañina, es decir la pesca ilegal, no regulada, la que provoca la sobreexplotación de los recursos marinos o crea sobrecapacidad de las flotas.
De esa manera ejercería presión sobre el resto de países para que éstos cedan en un asunto en el que tiene especial interés: mantener reservas de alimentos ante eventuales emergencias alimentarias, pero con la posibilidad de exportarlas directamente a otros países.
India cuenta con reservas importantes de cereales y exportar tales cantidades -con supuestos fines humanitarios- podría distorsionar el comercio internacional y tirar a la baja los precios internacionales, a lo que se oponen países agroexportadores, como Brasil y Estados Unidos.
Además, India lidera junto a Sudáfrica una coalición de países que reclaman que se suspendan los derechos de propiedad intelectual de las vacunas, test y terapias para el COVID-19, para que sean producidas en países en desarrollo con capacidad para ello.
Sin embargo, el texto que está sobre la mesa de negociaciones limita este acceso solo a las vacunas, cuya disponibilidad ya no es un problema tras el fin de la fase aguda de la pandemia.
Okonjo-Iweala dijo que si en el pasado había “un toma y daca” entre los temas que se negociaban “esto no debería ocurrir, cada tema debería mantenerse en su propio carril y las concesiones deberían hacerse dentro del mismo tema y no de forma transversal”.
La Conferencia Ministerial se termina oficialmente mañana (miércoles) a las 18:00 hora local, pero corren rumores de que será indispensable prolongar las discusiones.