Este iba a ser un buen año para el turismo mundial: las tensiones comerciales bajaban gradualmente, ciertas economías están creciendo y habrá importantes eventos internacionales, como las Olimpiadas en Tokio. Pero el brote de un nuevo virus en China ha puesto de cabeza la industria de los viajes, amenaza con causar pérdidas multimillonarias y hacer que los excursionistas se queden en casa.
Gabrielle Autry, una estadounidense que vive en China, esperaba viajar a Hong Kong esta semana junto con su novio chino para comprometerse. Pero esos planes ahora están en pausa porque la pareja está en cuarentena en su departamento en Hangzhou, a ocho horas en coche de la ciudad de Wuhan, donde se detectó por primera vez el coronavirus.
Hasta el viernes, China acumulaba más de 31.000 casos reportados y 636 decesos.
Al menos 30 aerolíneas han suspendido su servicio a China y 25.000 vuelos fueron cancelados solo esta semana, de acuerdo con OAG, una empresa de datos de viajes. Los hoteles en el país asiático están prácticamente vacíos y la ocupación cayó 75% en las últimas dos semanas de enero, de acuerdo con la firma hotelera STR. Hay más de 7.000 pasajeros en cuarentena en dos cruceros en Japón y Hong Kong.
Antes del coronavirus, la Organización Mundial del Turismo (OMT), una agencia de la ONU, pronosticaba un crecimiento de entre 3 y 4% en el turismo mundial para este año, con respecto a los 1.500 millones de turistas que viajaron en 2019.
Esto pese a algunos riesgos asociados con la incertidumbre por el Brexit y las disputas comerciales entre Estados Unidos y China.
En este panorama, los turistas chinos tienen un peso importante. En 2018, este segmento hizo 150 millones de visitas al extranjero y gastó 277.000 millones de dólares, de acuerdo con la firma IHS Markit. En 2002, los turistas chinos gastaron 15.400 millones de dólares.
Esta semana, Disney dijo que perderá 175 millones de dólares ya que sus parques en Hong Kong y Shanghái permanecerán cerrados durante dos meses.
Los turistas de otras partes también están cancelando sus viajes a Asia. Otros están esperando a ver qué sucede y aguardan a que las cosas mejoren en uno o dos meses.
En tanto, se acumulan las cancelaciones para las aerolíneas. Tourism Economics, una firma de datos y consultoría, estima que las líneas aéreas estadounidenses perderán 1.600 millones de dólares este año debido a la pérdida de negocios hacia y desde China. La empresa no tiene estimaciones para las aerolíneas chinas.
Carnival y Royal Caribbean han cancelado unos 20 cruceros por China entre las dos, y muchas líneas de cruceros no permiten que los pasajeros aborden si han estado en China o Hong Kong en los 14 días anteriores a la navegación.
Destinos más alejados del brote también se están viendo afectados. Australia, ya afectada por los incendios forestales, acaba de imponer una prohibición de viaje a los visitantes de China continental. China fue la mayor fuente de visitantes internacionales a Australia el año pasado, con 1,4 millones de turistas que gastaron 13.400 millones de dólares, según IHS Markit.
Aunque los especialistas creen que el turismo se recuperará como lo ha hecho anteriormente, están divididos sobre el tiempo que tardará. Citando el brote de SARS en 2003, Tourism Economics espera que pasen cuatro años, mientras que el Consejo Mundial de Viajes y Turismo dice que generalmente toma 19 meses.