En las zonas altoandinas dedicadas a la crianza de alpacas se requiere mano de obra de jóvenes para apoyar el desarrollo en transferencia tecnológica, innovación y digitalización, un aspecto en el que se debería trabajar buscando incentivos para atraer el interés de los jóvenes y de esa manera no afectar o retrasar el crecimiento de dicha cadena, expresaron expertos del sector.
Especialistas y productores de fibra de alpaca del Perú y Latinoamérica intercambiaron experiencias en el foro virtual ‘Retos y oportunidades para el desarrollo sostenible de la cadena productiva exportadora de fibra de alpaca - Corresponsabilidad del Estado y el sector privado’, realizado el 11-13 de mayo.
“Ya casi no hay jóvenes en las zonas rurales. Han migrado a la ciudad. Con quiénes entonces se podría tratar, por ejemplo, sobre blockchain aplicado a la cadena de alpaca, y que tiene que ver con mucho manejo de tecnología”, manifestó el gerente de la Cooperativa de Producción y Servicios Especiales de Productores de Camélidos Andinos- COOPECAN (Perú), Dagoberto Fernández.
En ese sentido, Fernández invitó a iniciar una cruzada del rejuvenecimiento de la mano de obra en las zonas altoandinas.
COOPECAN es una organización de pequeños productores que, en el 2011, le dio valor agregado a la fibra de alpaca y empezó a exportar directamente a Europa y China. Al año siguiente, incorporó a la actividad los pastos cultivados para mejorar los índices productivos de crianza de este camélido.
Coincidió con este parecer el presidente de la Comisión Nacional de Registros Genealógicos de Alpacas y Llamas del Perú, Godoy Muñoz Ortega, quien dijo que la actividad alpaquera pecuaria es atendida principalmente por gente muy mayor, por lo que se requiere de políticas adecuadas que permitan a los jóvenes encontrar una oportunidad en la producción alpaquera.
Por su parte, el gerente de la Estancia Manzano de Chile, Rolando Manzano Rada, sostuvo que, en su país donde existe una población de 30,000 alpacas en la zona norte de Arica y Parinacota, la situación es similar. Hay una gran diferencia entre las zonas costeras y el altiplano.
“Son muy pocos los jóvenes menores de 35 años los que se están haciendo cargo de las estancias alpaqueras, que se están innovando, por lo que ya empieza a preocupar, y el Estado aún no toma en cuenta esta situación”.
En el primer día del foro se reconoció a Julio Barreda Aragón, de la estancia ACCOYO, en Macusani, Puno, como el pionero nacional y mundial en procesos de selección de alpacas, desde la década de los 40. Su trabajo se fundamentó en animales de buena alzada, buen rizo, finura y buen peso de vellón.
“Macusani es el centro de diseminación de alpacas reproductores a nivel regional, nacional y mundial. Todas las empresas asociativas del país recibieron importantes dotaciones de nuestras alpacas, básicamente hembras. Igual se ha llevado a Estados Unidos y Australia”, sostuvo el productor Amador Quispe Aragón, quien disertó sobre el “Caso de éxito: Manejo de alpacas en pequeños productores socios de Sociedad Peruana de Criadores de Alpacas y Llamas-SPAR Macusani” (Puno).
Informó que en 15 años de labor la sociedad ya cuenta con 34 acopios de fibra de alpaca categorizada, en favor de los propios alpaqueros. SPAR Macusani es una organización que promueve la mejora de este camélido, así como el acopio de fibra y comercialización.
Dicho evento virtual también contó con la disertación del director general de Desarrollo Ganadero del Midagri, Christian Barrantes Bravo, quien informó que son 92,700 familias dedicadas a la crianza de la alpaca en nuestro país, con una producción nacional de 5,072 TM al año.
El foro virtual: “Retos y oportunidades para el desarrollo sostenible de la cadena productiva exportadora de fibra de alpaca - Corresponsabilidad del Estado y el sector privado fue inaugurado por el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Federico Tenorio, quien indicó que para lograr que esta actividad sea sostenible es necesario “reforzar fuertemente la producción primaria y, en ese sentido, queremos reafirmar el compromiso del MIDAGRI con la primera actividad ganadera desarrollada en nuestro país, que es la crianza de camélidos sudamericanos”.