El acceso al mercado laboral para los jóvenes peruanos sigue siendo uno de los principales desafíos para el desarrollo económico y social del país. A pesar de los avances en la reducción de la pobreza en las últimas dos décadas, la desigualdad en las oportunidades laborales y la brecha salarial siguen afectando a la juventud, especialmente en sectores vulnerables.
“Aunque la pobreza ha disminuido significativamente, pasando del 60% en 2003 al 20% en 2019, las carencias en el acceso a una educación de calidad, tecnología y servicios básicos siguen limitando las oportunidades laborales para los jóvenes peruanos”, afirmó Cayetana Aljovín, Presidenta del Consejo Directivo de Perú Sostenible, durante la charla Alianzas para reducir desigualdades en Perú.
Esta situación subraya la necesidad de promover iniciativas que fortalezcan las competencias técnicas y sociales de los jóvenes, y que, a su vez, permitan reducir las barreras de acceso al empleo formal.
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En el marco de esta misión, Fundación Forge identifica tres claves fundamentales para enfrentar los desafíos de la empleabilidad juvenil en Perú:
- Capacitación en habilidades blandas y socioemocionales:
La formación en habilidades como la comunicación, el trabajo en equipo y la resiliencia es crucial para los jóvenes que buscan integrarse exitosamente al mercado laboral. Esto les permite adaptarse mejor a los desafíos de empleos formales, donde las “habilidades blandas” son tan valoradas como las técnicas.
- Redes de apoyo y acompañamiento personalizado:
El acompañamiento continuo es fundamental para que los jóvenes puedan navegar con éxito el proceso de búsqueda de empleo. Contar con coaching individual, acceso a rondas de empleo exclusivas y herramientas tecnológicas para postular a oportunidades laborales mejora significativamente sus posibilidades de inserción laboral.
Estas redes de apoyo refuerzan su confianza, les brindan orientación práctica y aumentan sus oportunidades en el mercado laboral, facilitando una transición más efectiva hacia el empleo formal.
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- Igualdad de oportunidades para todos:
Reducir las barreras que enfrentan los jóvenes más vulnerables al ingresar al mercado laboral es clave para promover la inclusión. Es necesario crear programas que garanticen que tanto hombres como mujeres, así como jóvenes de diferentes contextos socioeconómicos, accedan a las mismas oportunidades de empleo con un entorno laboral más equitativo.
El informe de McKinsey sobre diversidad socioeconómica en América Latina resalta que las desigualdades no solo afectan a las personas, sino que también representan una pérdida económica significativa para las empresas y la región. Según el estudio, reducir estas disparidades podría añadir hasta US$ 291,000 millones al PIB latinoamericano para el 2030.