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La llegada del covid-19 remeció el mercado de oficinas prime en todo el mundo y Sudamérica. Sin embargo, el impacto fue distinto en cada plaza, quedando Lima entre las más afectadas de esta región, según el reporte Marketbeat Lima Oficinas 4Q, de Cushman & Wakefield.
En detalle, la compañía indica que la tasa de vacancia de la capital peruana se elevó a 16.3% el último trimestre del 2020, revirtiendo así la tendencia esperada a inicios de ese año y superando en ese indicador a Santiago de Chile, Buenos Aires y Bogotá.
En tanto, Lima fue desplazada por la capital colombiana en inventario de oficinas prime (ubicadas en plantas desde 500 m2) por la postergación de proyectos.
Por su parte, el precio promedio por metro cuadrado también se mantuvo como el más bajo de la región (US$ 16.3).
Denise Vargas, market research coordinator de Cushman & Wakefield, estimó que tales indicadores se mantendrán en el 2021. En el caso la vacancia, reconoció que podría subir aún más, pero de forma moderada (1 punto porcentual).
“Tenemos en cartera para el 2021 y 2023 proyectos por 173,000 m2, que es mucho menos de lo que se entregaba de manera anual anteriormente”, mencionó.
Más allá de estos cambios, la ejecutiva consideró que los inversionistas observan tal situación como algo “coyuntural” que no los motiva a reorientar su capital a países vecinos menos afectados. “Perú ha tenido un desempeño económico bueno por largo tiempo y aun se ven transacciones en el mercado”, sostuvo.
Mercado en recuperación
A partir de la adaptación en el uso de oficinas en esta pandemia, la absorción neta volvió a ser negativa (-8,600 m2) al cuarto trimestre del 2020, por la menor ocupación respecto a la desocupación. Sin embargo, esta cifra se redujo en 50% frente al trimestre previo.
De esa manera, Cushman observa una continuidad en la recuperación del mercado y la toma de decisiones de más empresas, mientras el sector da señales de un progresivo ajuste a las necesidades de trabajo en la actual coyuntura.
“Estamos viendo adecuaciones de todo tipo. Se están reduciendo espacios, mandando el 50% a home office, o programando que unos colaboradores asistan un día y el otro no, son condiciones nuevas aun a prueba”, explicó Vargas.
Por su parte, el precio promedio de renta pedido se mantiene en el cuarto trimestre, sin cambios notables frente al trimestre previo, en US$ 16.3 por metro cuadrado. Aun así, reconoció que podría haber un nuevo ajuste, pero no exagerado en los próximos trimestres.
“El precio es un indicador bastante delicado y no se mueve con la misma rapidez que la vacancia, seguimos estando lejos de la cotización de otros países, pero un repunte podríamos verlo recién en el 2022”, proyectó.
Negociación de contratos
Debido a la desocupación de oficinas prime por la coyuntura sanitaria, los propietarios han decidido ser más flexibles de cara a los inquilinos. Así, estos últimos pueden llegar a obtener precios hasta 10% menores a los pedidos en la negociación de los contratos, refirió Denise Vargas.
Sin embargo, precisó que tal porcentaje ya era usual antes de la pandemia. Ahora, ya con precios deprimidos, mencionó que los propietarios no desean devaluar en demasía sus activos inmobiliarios y han pasado de negociar precios, a otras condiciones.
“Se están flexibilizando las condiciones de salida del contrato, que puede ser un beneficio para el arrendatario; o la duración del mismo. Son aspectos que antes no se tocaban”, explicó.
