El grupo tecnológico francés Atos anunció este lunes que abandona sus planes para proceder a un aumento de capital que le permita aliviar la presión por deuda que lo ahoga, lo que provocó su hundimiento en bolsa.
Atos señaló que “teniendo en cuenta la evolución del contexto del mercado” no se dan las condiciones para ese aumento de capital, que debía haberse llevado a cabo con derechos preferenciales de suscripción de 720 millones de euro, según un comunicado.
En su lugar, precisó que ha iniciado “discusiones con sus bancos para lograr un plan de refinanciación de su deuda financiera”.
Unas negociaciones para las que ha solicitado la designación de un mandatario ‘ad hoc’ con la misión de asistirle para conseguir “una solución financiera adecuada en el plazo más breve”.
La situación de la empresa ha empeorado todavía más con la rebaja de su nota crediticia por parte de la agencia de calificación S&P en enero.
La llegada al mercado de esas informaciones condujo desde el comienzo de la sesión en la Bolsa de París a un bajón de sus acciones, que habían cerrado el viernes pasado a 3,931 euros y que nada más abrir el mercado se situaba en 3.38 euros.
Los títulos cayeron por debajo de los 3 euros por la mañana y a media hora del cierre de la Bolsa de París cotizaban a 2,816 euros, un descenso del 28.36%.
En lo que llevamos de este año, Atos se ha depreciado más del 60% en el mercado.
A comienzos de enero, Atos indicó que estaba discutiendo con Airbus la venta de su actividad de ciberseguridad, sobre la base de una oferta que le hizo el gigante aeronáutico de la aeronáutica.
Igualmente negocia la cesión de las actividades de Tech Foundations con EPEI, un fondo de inversión controlado principalmente por el magnate checo Daniel Kretinsky.