El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a atacar el jueves por la mañana al banco central (FED) al mostrar su descontento porque, opinó, un dólar fuerte perjudica a la industria manufacturera del país.
Las palabras de Trump rompen con décadas de política estadounidense al decir que un dólar más bajo impulsaría la competitividad de las empresas del país.
"Como vuestro presidente, cualquiera podría pensar que estoy contento por nuestro dólar fuerte. ¡No lo estoy!", escribió el presidente.
"El nivel alto de las tasas de interés de la FED, en comparación con otros países, mantienen un dólar alto, haciéndoselo más difícil a nuestros manufactureros como Caterpillar, Boeing, ... John Deere, a nuestras compañías de autos y otros, para competir en igualdad de condiciones", agregó.
La última arremetida del presidente contra el banco central llega en medio de una escalada en su guerra comercial con China, días después de que el secretario de Tesoro acusara a Pekín de manipular su moneda al permitir su depreciación para hacer frente a la nueva salva de aranceles anunciada por Washington. Esas palabras avivaron el fantasma de una guerra de divisas.
Las diferentes administraciones estadounidenses, tanto demócratas como republicanas, han apostado durante décadas por un dólar fuerte porque da estabilidad y puede mantener una inflación baja ya que las importaciones son más baratas.
Pero una divisa alta también hace que las exportaciones sean más caras. Caterpillar ha reducido sus objetivos de beneficios para este año debido a la caída de ventas en China.
Trump ha presionado repetidamente a la FED para que recorte la tasa de interés casi a diario.
“Con sustanciales recortes de la FED (no hay inflación)... el dólar hará posible que nuestras compañías ganen contra cualquier competidor”, dijo. Una teoría rechazada por los miembros del banco central.