Una de las claves para el éxito y duración de toda empresa o negocio se encuentra en su rentabilidad. Se considera una empresa rentable cuando esta genera utilidad o beneficios; esto quiere decir, cuando los ingresos son más elevados que los gastos. Además, se espera que la utilidad pueda ayudar a la reinversión y a la satisfacción de los accionistas.
En el caso de Perú, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), durante el primer trimestre del 2022, en todo el país se dieron de baja 9,302 empresas, que dejaron de operar debido al cierre o cese definitivo de sus actividades.
En este contexto, Mario Roncal, director de la Escuela de Administración de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), comparte consejos sobre cómo aumentar la rentabilidad de una empresa.
Evalúe la rentabilidad. Tener una idea innovadora o de tendencia no es garantía del éxito de una empresa. La rentabilidad del negocio resulta de dividir la utilidad obtenida (o que se espera obtener) entre la inversión realizada (o que se piensa realizar). Si el flujo de la inversión genera un saldo positivo en el tiempo estimado, es que la inversión podría rentable.
Otro tema importante de análisis es el costo–beneficio, que determinaría la posibilidad de inversión, en ella se estimaría si el esfuerzo del proyecto es conveniente y convincente.
Fuentes del negocio. Es importante identificar cuáles son las fuentes de ingreso más rentables del negocio; es decir, reconocer de cuales productos o servicios, provienen los mayores ingresos de la empresa y de dónde provienen las pérdidas. Una vez realizado el análisis, es el momento de fijar un plan de acción centrado en cada una de ellas, con la finalidad de conseguir mantener activas las fuentes que dan mayores beneficios y actuar sobre lo que está estancado o genera pérdidas al negocio.
Logística. De acuerdo con el rubro de la empresa, mejorar los procesos y la logística siempre va a ayudar a conseguir mejores resultados. Las nuevas tecnologías y la modernización de la empresa suponen una inversión necesaria en la era digital en la que estamos inmersos. Al igual que invertir en proveedores que faciliten la entrega del producto, así como la atención al cliente es fundamental.
Factor humano. La productividad influye directamente en la rentabilidad. Este aspecto va de la mano del factor humano, donde la capacitación de los empleados y aportarles incentivos, harán que se comprometan a involucrarse más con la empresa y se obtengan mejores resultados.
Sostenibilidad. La sociedad actual cada vez toma más en cuenta el compromiso social y medio ambiental de las empresas. Ya no vale con tener un buen producto o una buena atención, sino mostrar los valores y que estén alineados con la mejora del medio ambiente o sociedad.
Costos innecesarios. Para ser rentable hay que gestionar bien los recursos con los que se cuenta y conseguir colocar los beneficios por encima de los gastos. Reducir costos es uno de los pasos necesarios para cualquier negocio que busque mejoras, desde mejorar procesos, deshacerse de maquinaria que consume demasiado o necesita constantes reparos, entre otros aspectos a evaluar.