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Según el último reporte del mercado inmobiliario de Tinsa Perú, al finalizar el 2021, las ventas de viviendas sociales (valorizadas en menos de S/ 360,000) se impusieron frente a las del segmento residencial (valorizadas en más de S/ 360,000). En cuatro de las siete agrupaciones distritales analizadas por la consultora, las colocaciones de viviendas sociales representaron más del 60% del total.
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De acuerdo con los números contabilizados al cuarto trimestre, el caso más emblemático se dio en el Callao (Bellavista, Callao, La Perla, La Punta y Ventanilla), en donde el 92% de las viviendas vendidas pertenecieron al segmento vivienda social, mientras que solo el 8% de las colocaciones se catalogó como vivienda residencial.
En el caso de Lima norte (Carabayllo, Puente Piedra, San Martin de Porres y Los Olivos), la participación de las viviendas sociales llegó a 80% y la del segmento residencial a 20%.
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Similar fue la situación en Lima sur (Chorrillos y Villa El Salvador) y en Lima este (Lurigancho, Ate, El Agustino y Chaclacayo). En ambos casos las viviendas sociales se impusieron con 77% y 68%, respectivamente.
Pero, muy diferente fue la situación en Lima top (Santiago de Surco, San Borja, Miraflores, San Isidro, La Molina y Barranco), Lima moderna (Surquillo, Lince, Magdalena, San Miguel, Jesús María y Pueblo Libre) y Lima centro (Rímac, La Victoria, Cercado, Breña y San Luis). En estas tres agrupaciones distritales, la vivienda residencial se impuso con un notorio 95%, 83% y 62%, respectivamente.
De difícil a retador
A pesar de que Martín Villanueva, líder de Consultoría de Tinsa Perú, considera que “el 2021, ha sido un año difícil para el mercado inmobiliario, incluso más difícil que el 2020″, el año pasado se cerró con alrededor de 14,384 unidades inmobiliarias (UI) vendidas, lo que se traduce en una expansión de 5.7% con relación a las 13,609 UI vendidas del año previo.
Mientras que para el 2022, que se avizora como “un año retador” para el mercado inmobiliario, la consultora estima que en línea con la clara tendencia de crecimiento de los últimos meses, hacia finales de año se venderían alrededor de 15,800 UI.
Aún así, Villanueva reclama “mayor certidumbre” para evitar que se repitan los problemas que el año pasado impidieron que las ventas se aceleren. “Todos necesitamos estar en la capacidad de poder planificar, pero si no sabemos qué es lo que puede pasar mañana, que ha sido la constante del 2021, en definitiva, el usuario va a estar tentado a posponer su decisión de compra de vivienda”, afirma.
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Cuarto trimestre
Durante el cuarto trimestre del 2021, según el último reporte de Tinsa Perú, en la capital se vendieron 3,755 unidades inmobiliarias. De ese total, la mayoría estuvo dirigida al nivel socioeconómico (NSE) B (valorizadas entre S/ 165,000 y S/ 420,000) con 1,794 unidades (47.8%), seguido por el NSE AB (valorizadas entre S/ 420,000 y S/ 670,000) con 1,283 unidades (34.2%).
Por agrupación distrital, Lima moderna y Lima top concentraron el 62.6% de las ventas totales de Lima, seguidas por Lima centro (22%) y Lima norte (5.8%).
En el mismo periodo, las cuatro entidades financieras con mayor cantidad de soles transados fueron: BCP (S/ 584.5 millones), BBVA (S/ 397.3 millones), Interbank (S/ 316.4 millones) y Scotiabank (S/ 231 millones).
Por el lado de las inmobiliarias, las tres firmas con mayor velocidad de ventas fueron Besco (S/ 70.42 millones), Abril Grupo Inmobiliario (S/ 67.82 millones) y V&V Grupo Inmobiliario (S/ 59.66 millones).
Mientras que las tres inmobiliarias con mayor inventario disponible al inicio del periodo fueron Grupo T&C (1,409 UI), Besco (1,382 UI) y V&V Grupo Inmobiliario (1,272 UI).
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Tendencias
Debido a que por la pandemia, en muchos casos se ha pasado de un formato de trabajo remoto -prorrogado hasta fin de año- a uno híbrido, Villanueva sostiene que “los productos de cara a cubrir esta necesidad, es decir, el teletrabajo, deberían de todas maneras seguir considerándose en los proyectos inmobiliarios a futuro”.
Mientras que por el lado de los proyectos ecoamigables, refiere que además de ser una tendencia en crecimiento a nivel mundial debido a que va más allá del cuidado del medioambiente, también procura el ahorro en la economía de las familias, por lo que se convierte en “un factor decisivo en la compra de una vivienda”.