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El ahorro en los peruanos no solo muestra una brecha de género, sino también se encuentran diferencias dentro del segmento de mujeres.
Las mujeres en zonas rurales ahorran en similar porcentaje que las que viven en Lima, la diferencia es el mecanismo en que guardan su dinero, dijo Bárbara Castro, secretaria corporativa de Directorio Financiera Confianza.
Así, el 30% de mujeres en la capital preserva sus recursos en el sistema financiero bajo los distintos productos de ahorro, mientras que en las regiones este porcentaje se reduce a 14%, señaló.
En el caso de las ahorristas en zonas rurales apenas un 2% resguarda su dinero en la banca y microfinancieras, sin embargo, utiliza otros mecanismos complementarios de ahorro como juntas e, incluso, ganado (animales), precisó.
Si bien no ahorran el mismo monto, pues los puestos de trabajo y salarios son distintos en Lima y en regiones alejadas, las mujeres de ambas zonas pueden guardar un porcentaje similar de su ingreso mensual.
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Castro resaltó la importancia de combatir la precariedad del empleo en ciertas regiones, pues mientras más alejada de Lima esté la zona, menos favorables son las condiciones de trabajo.
Las mujeres se dedican a actividades con menor remuneración, lo cual tiene un impacto directo en su capacidad de ahorro, comentó.
“El promedio de mujeres en la informalidad en Lima es de 77% y en ciudades distintas a la capital de un salto hasta 83.8%”, acotó.
Asimismo, la ejecutiva mencionó que los obstáculos para acceder al sistema financiero, y en particular al crédito, son mayores para aquellas que viven fuera de Lima.
Son vallas no solo relacionadas con la regulación de estos productos, sino que responden a temas estructurales, agregó.
La lejanía de regiones sumada a la carga doméstica de las mujeres, genera resistencia a la movilización, es más difícil trasladarse hacia una oficina o agentes para tener contacto con la banca y costos de transacción se elevan, detalló.
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En esta línea, el sistema financiero sigue trabajando en servicios especializados, enfocados en cubrir las necesidades puntuales del público femenino.
Uno de estos productos es Crédito Mujer, ofrecido por Mibanco a mujeres dependientes e independientes que busquen financiamiento para capital de trabajo, activo fijo, vivienda o consumo personal.
“Hoy tenemos más de 150,000 préstamos vigentes, de los que 50,000 fueron desembolsados por mujeres que por primera vez acceden al sistema”, indicó Werner Harster, gerente general adjunto de Internacionalización e inclusión Financiera de Mibanco.
Además, el 70% del total de desembolsos se destinaron a las esposas de clientes del banco, pues antes solo accedían a créditos mediante su cónyuge.
Harster refirió que el ticket promedio en Crédito Mujer se elevó en el último año de S/ 1,200 a S/ 1,800, a solicitud de las clientes y por el acompañamiento continuo del asesor.