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El Perú ha venido atravesando una fuerte crisis política que se ha acentuado en los últimos días y ha tenido reflejo en variables como el tipo de cambio.
Ello, asimismo, en un contexto de aumento de tasas de interés de la Reserva Federal (Fed), factor que también impacta en la cotización del dólar.
Bajo ese escenario, ¿hay incentivos para montar una casa de cambio?. Anthony Polin, CEO de Inka Money (casa de cambio digital) y Jorge Ojeda, docente de la Facultad de Negocios EPE de la UPC hablaron con Gestion.pe sobre el tema.
Una casa de cambio es una empresa financiera que obtiene ganancias a través de la compra y venta de divisas, en particular, dólares (en la diferencia de estos precios -también llamado spread- está el margen de ganancia).
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Polin señaló que si bien el contexto de crisis política y su impacto en la moneda no es el factor más importante, este podría representar una oportunidad o generar algunos incentivos a la entrada con miras a aprovechar una mayor necesidad de dólares.
Para ello, señaló que se tendría que procurar tener una buena gestión de precios (tener precios actualizados y atractivos para el cliente, sobre todo en escenarios de volatilidad).
“El contexto político hace variar los precios constantemente y en ocasiones hace aumentar los spreads, pero la variabilidad es un factor que siempre está latente para las casas de cambio. Si se procura tener el fondeo suficiente para atender a los clientes bajo un escenario de volatilidad, puede ser una oportunidad por el mayor volumen de transacciones que se podría atender, lo que haría ocupar terreno en el mercado. Por ejemplo, de no estar balanceado (disponibilidad de ambas monedas para aprovechar flujos tanto de compras como ventas) y tener muchos dólares en la cartera, caídas en el tipo de cambio serían golpes más fuertes. El actualizar los precios es clave para procurar ser competitivo”, apuntó.
Al respecto, señaló Ojeda, el volumen de transacciones para las casas de cambio, al igual que otros negocios, también depende del comportamiento de la economía, la cual se espera se ralentice el próximo año, según analistas, con una inflación (resta el poder de compra) aún elevado.
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“Las casas de cambio ganan por el spread, pero acompañado del volumen de transacciones. En momentos de volatilidad la gente va a refugiarse en dólares, pero también en épocas complejas o de menor crecimiento hay menos dinero para convertir o incentivos a gasta en productos o servicios que impliquen dólares como, por ejemplo, viajes. El cómo vaya la economía siempre será un punto que influya en el escenario de no solo las casas de cambio, sino de cualquier negocio”, apuntó.
Punto clave: mercado y valor agregado
Para Polin lo más importante en este negocio es entender el mercado, encontrar el nicho a atender y saber cómo diferenciarse, teniendo en cuenta que hay una amplia competencia entre casas de cambio actualmente.
“Se debe revisar la oferta que se le da a los clientes, o qué valor agregado hay en servicio. Por ejemplo, rapidez del servicio o conexión con los múltiples bancos, o que ofrecen transferencias directas a proveedores o terceros, o pactar operaciones y fijar el tipo durante el día, son varias las figuras que se ofrecen. El nicho puede ser, por ejemplo, personas naturales o pequeñas y microempresas. Cada vez es más frecuente que se deje de tener transacciones en efectivo por un tema de agilidad y seguridad, ello en contra de los establecimientos físicos”, anotó.
Jorge Ojeda coincidió con la extensa competencia en ese mercado, punto clave si se considera entrar en el mismo.
“Hoy hay múltiples casas de cambio y una digitalización de los bancos con tipos de cambio competitivos, con lo cual habría que evaluar si realmente se podría rentabilizar el mercado. Por otro lado, se debe conocer bien el negocio antes de entrar, para una persona sin experiencia alguna o relación con este mercado no sería recomendable”, sostuvo.
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El tiempo que se requiere para abrir una casa de cambio
Según Anthony Polin, para poder iniciar una casa de cambio digital se podría tomar al menos un año. “Los requerimientos regulatorios y autorizaciones de, por ejemplo, la SBS, además de armar el software para atender a los clientes toma su tiempo”, afirmó.