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Las joyas han captado la atención de miles de personas, Sin embargo, algunas cuentan con historias llamativas y hasta de terror. Aun así, no logran perder su encanto y seguir estando en la mira de celebridades.
“Un pasado ilustre puede añadir un enorme valor a una joya, más aún si ese dueño anterior era extremadamente glamuroso y había construido una colección de joyas, como la princesa Margarita o Elizabeth Taylor”, comentó Helen Molesworth, conservadora de joyas en el Museo Victoria y Alberto de Londres.
Es por ello que BBC recordó las diez joyas más icónicas de la historia.
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La cruz de Attallah
La llamativa cruz de Kim Kardashian realizada con diamantes de 5,2 quilates fue creada en la década de los años 20 del siglo pasado por la joyería londinense Garrard.
Era de las favoritas de la princesa Diana de Gales, pero nunca le perteneció a ella, sino que se lo prestó el propietario y amigo íntimo de la princesa y solo permitió que ella lo llevara.
Molesworth afirmó que Kardashian es una propietaria adecuada para la pieza.
El diamante negro Orlov
Es una piedra en forma de cojín de 67,49 quilates y con una leyenda escalofriante. Fue robada a un ídolo del dios hindú Brahma en la India.
Se dice que la gema está maldita y causó la muerte del ladrón y el suicidio de tres propietarios: entre ellos la princesa rusa Nadia Vygin -Orlov, uno de sus familiares y JW Paris, el comerciante que la llevó a Estados Unidos.
Sin embargo se ha puesto en duda la historia, pues creen poco probable que el diamante procediera de India y que dicha princesa rusa haya existido.
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Para eliminar la supuesta maldición, el diamante fue tallado de nuevo para crear tres gemas individuales.
La perla peregrina
Es una impresionante perla con forma de pera encontrada en Panamá. Es una de las perlas más perfectas del mundo.
La perla de 50,56 quilates fue comprada inicialmente por Felipe II España para su esposa, la reina María I de Inglaterra.
Luego pasó a ser comprada por el actor Richard Burton para Elizabeth Taylor. Esta fue vendida por la casa de Subastas Christie’s de Nueva York en el 2011 por US$ 11,842,5000 lo que convirtió la perla más cara en subasta.
El Hope
Es un diamante de color azul intenso bautizado como sus dueños. Se trata del mayor diamante conocido de su clase.
“Cuando se expone a la luz ultravioleta, brilla de color rojo sangre”, comentó Arabella Hiscox, especialista en joyas de Christie’s a BBC.
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Brazalete Pantera de Wallis Simpson
El rey Eduardo VII abdicó al torno británico para estar con la socialité Wallis Simpson. Luego le regaló este famoso brazalete fabricado por Cartier.
Está adornado con diamantes y esmeraldas. Lo uso también Madonna mientras rodaba la película de la vida de Simpson, y luego la pieza fue vendida en subasta a US$ 5,4 millones, pero la identidad del comprador nunca se conoció.
El diamante Koh-i-Noor
Es uno de los diamantes más grandes del mundo con 105,6 quilates y es de las más controvertidas de la Corona Británica. Se cree que fue extraído en el sur de India en época medieval, pero debido a saqueos se cree que pasó por manos de varios gobernantes en episodios sangrientos.
Es así que tras varios años llegó a la reina Victoria. Esta apareció de nuevo donde recibió burlas por su falta de brillo, por lo que se llevó a pulir.
Ahora, la piedra adorna la corona de la difunta reina madre, pero los gobiernos de India, Pakistán, Irán y Afganistán han pedido la devolución de la pieza.
El anillo de María Antonieta
La reina francesa tiene un lugar destacado en la lista de propietarios de joyas. Tenía decenas de piezas, pero en su mano estaba el pequeño anillo vital para la reina.
“Lleva las letras MA en diamantes y en su interior hay un mechón de pelo de María Antonieta”, comentó Arabella Hiscox, de Christie’s.
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La estimación de venta era entre US$8,500 a US$10,600, pero se vendió por 50 veces más.
La piedra de “Breakfast at Tiffany’s”
El diamante famoso porque lo lució la actriz Audrey Hepburn para las fotos de la película.
Se trata de un diamante de color amarillo, peor que tiene un problema al haber sido lucid solo por cuatro mujeres hasta la fecha: a socialité Mary Whitehouse, Hepburn, Lady Gaga y Beyoncé.
La corona de la reina Victoria
De los tesoros más simbólicos de la colección de joyas del Museo Victoria y Alberto. Fue fabricada por Joseph Kitching y de las posesiones más preciadas de Victoria durante toda su vida.
Cuando era joven lo llevó como una diadema cerrada en el moño y cuando estaba de luto, la llevaba como gorra de viuda.
El collar de diamantes de Napoleón
El diseño fue realizado por la joyería Etienne Nitot e Hijos de París. Contaba con 234 diamantes: 28 diamantes talla mina antigua, nueve pendeloques y 10 briolettes.
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Todas estas piedras llegaron de India o Brasil y cuenta con una extraordinaria calidad cristalina.
Ante la caída de Napoleón, las joyas regresaron a Viena y paso por varias manos, pero no se conoce su paradero hasta la actualidad.