Los empresarios hoy: de las musas al teatro

El verdadero empresario es audaz, intrépido, osado, tiene coraje, resolución; está tan lejos del temerario como del cobarde. Esas condiciones crean valor porque sabe convertir los problemas en oportunidades, las dificultades en ventajas y los obstáculos en trampolines.

Es cierto que todos desearíamos tener más y mejores señales de las autoridades. Notamos discursos positivos y a la vez inacción; como decía Sartre: “Cada palabra tiene consecuencias, cada silencio, también”. Aparecen algunos amagos estimulantes, pero son débiles y fugaces; hay medidas positivas, pero aisladas; tal parece que una mano borra lo que otra escribe…

No debemos quedarnos pasivos a la espera de que surja un “Milei peruano”. La indiferencia social es como una enfermedad contagiosa, que se nutre de individualismo y del aislamiento voluntario. Así como el notable Lope de Vega instaba a “pasar de las musas al teatro”, los empresarios y los directivos debemos asumir nuestro rol, tomar postura y pasar de las palabras a la acción.

En toda organización, el empresario marca la dirección, señala las políticas y los ideales; él compromete su patrimonio, y eso es loable; lo animaría a seguir apostando por el Perú, donde tantas posibilidades hay. El CEO debe secundarlo, saliendo de la comodidad del asalariado privilegiado, siendo austero y exigente consigo mismo, más que con los demás. Es la hora de mostrar que por encima de las dificultades está la gran capacidad de hacer, propia de los empresarios; que, a pesar de los inconvenientes de todo tipo, está la fortaleza para sobrellevarlos; que sin importar la frecuencia y permanencia de los problemas, sobre estos está la perseverancia.

Es el momento de invertir, ya que, si esperamos reunir todas las condiciones y circunstancias que consideramos favorables, llegaremos tarde y perderemos mucho. Buena parte de nuestra lucha será contra nuestra comodidad y pasividad. Nos ayudará rodearnos de gente positiva, entusiasta, con ideales, con los pies sobre la tierra y la mirada en el horizonte…. de personas decididas a levantar el telón y entrar en escena.