La decisión del Gobierno de insistir en una Asamblea Constituyente hace prever que la incertidumbre será la constante”. (Foto: GEC)
La decisión del Gobierno de insistir en una Asamblea Constituyente hace prever que la incertidumbre será la constante”. (Foto: GEC)

POLÍTICA Y ECONOMÍA. En toda comunicación existe un componente verbal y uno no verbal, y por lo general se suele decir que con los gestos se comunica mucho más que con las palabras. Eso es lo que viene sucediendo en el actual Gobierno, y no para bien. Dos semanas después de haber asumido la Presidencia, Pedro Castillo y su entorno han tenido gestos preocupantes que ponen en riesgo la recuperación económica que requiere el país, lo cual es evidente incluso para los analistas extranjeros. No en vano el banco de inversión Barclays sostiene que el deterioro de los fundamentos del país podría justificar dos niveles de rebajas de calificación durante los próximos 12 meses, pues en ninguno de los tres escenarios evaluados por este banco de inversión se ve un futuro claro para el Perú.

Tal como dijimos ayer, Castillo no solo ha tenido problemas para poder formar un gabinete con personas que cuenten con la adecuada capacidad tanto profesional como ética para poder desempeñarse como ministros (incluso algunos están siendo investigados por apología al terrorismo y lavado de activos) sino que las figuras que antes de su nombramiento generaban cierta estabilidad hoy no lo hacen. Por ejemplo, los esfuerzos del ministro de Economía se ven entorpecidos por las declaraciones contradictorias del presidente del Consejo de Ministros, e incluso la invitación a Julio Velarde para quedarse al frente del Banco Central de Reserva se ve opacada con el desplante que le hizo el martes el mandatario al cancelar la cita que tenían, para reunirse con un vocero allegado a Antauro Humala.

Pero estas no son las únicas actitudes preocupantes. Los primeros cinco días de su mandato Castillo se reunió con diversas personas sin que la población pudiera conocer sus nombres. Por otro lado, la relación del presidente y su Gabinete con la prensa es casi nula debido a que en las citas oficiales se limita la presencia de la prensa, cuando no simplemente se le impide el ingreso. Incluso el premier Bellido parece más interesado en polemizar con los periodistas que en responder a sus preguntas. Quizás eso pueda cambiar cuando se nombre al nuevo jefe de comunicaciones de Palacio de Gobierno.

La presencia de Guido Bellido y su Gabinete ante el Congreso podrían dar una idea más clara del rumbo que quiere tomar el Gobierno en los próximos meses y quizás generar algún tipo de tranquilidad entre los inversionistas. Sin embargo, la decisión del Gobierno de insistir en una Asamblea Constituyente hace prever que la incertidumbre será la constante durante los próximos cinco años.

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