La Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh) en Bolivia manifestó su preocupación por el “uso excesivo de fuerza” en el conflicto cocalero y pidió un “diálogo respetuoso” entre las partes.
“Violencia en conflicto cocalero exige acción constructiva de las autoridades, respetando derecho a protesta pacífica”, manifestó el organismo en Twitter.
También señaló que “preocupan uso excesivo de fuerza y exhibición pública de detenidos, contrarios a obligaciones DDHH. El diálogo respetuoso es el camino para buscar soluciones”.
Desde hace una semana miembros de la independiente Asociación Departamental de Productores de Coca de La Paz (Adepcoca), liderada por Freddy Machicado, protestan contra el funcionamiento del llamado “mercado paralelo”, que depende del bloque de Arnold Alanes, a quien cuestionan por el apoyo que recibió del gobierno.
En varias jornadas los cocaleros movilizados se han enfrentado a la Policía, que trata de impedir que lleguen a la sede del “mercado paralelo”, entre dinamitazos y gases lacrimógenos, con un saldo de varios heridos, uno de gravedad, y unos 20 detenidos.
La Defensoría del Pueblo se ha ofrecido como mediador entre las partes, pero los miembros de Adepcoca ya han dicho que no irán al diálogo hasta que se cierre el “mercado paralelo”, se liberen a los cocaleros detenidos y se respete la independencia de esa institución privada.
Críticas al ministro
En medio de los enfrentamientos, la Policía arrestó a más de una veintena de cocaleros que luego fueron exhibidos públicamente y sin que hayan comparecido ante un juez en una rueda de prensa por el ministro de gobierno, Eduardo del Castillo.
Ese proceder del ministro ya ha sido cuestionado por la Defensoría del Pueblo de Bolivia y por otras organizaciones como Human Rights Watch (HRW) que señalan que se vulnera la “presunción de inocencia” de los detenidos.
Además, la Defensoría del Pueblo denunció que la Policía ha intentado “limitar o restringir las acciones de investigación formal” que realiza para constatar la situación de los arrestados, que, según señaló, en varios casos son personas “ajenas a la situación”.
Asimismo, los vecinos de la zona en donde están ubicados ambos mercados han sufrido los destrozos por los enfrentamientos y también han denunciado algunos allanamientos de la Policía en sus viviendas.
Los cocaleros movilizados, que han entrado en una tregua momentánea, anunciaron que a partir de la próxima semana “masificarán” sus medidas de presión en caso de que no se libere a los detenidos y se cierre el “mercado paralelo”.
La pugna entre los cocaleros del departamento de La Paz se inició el año pasado cuando Alanes fue elegido máximo dirigente de Adepcoca por un sector, lo que provocó divisiones y se desató un enfrentamiento por la sede y la dirigencia de esa organización, que finalmente logró desplazar a ese bloque.
Las normas en Bolivia que regulan la venta de hoja de coca para su consumo legal y tradicional reconocen únicamente el mercado de Villa Fátima en La Paz y el de Sacaba en Cochabamba, razón por la que los miembros de Adepcoca exigen que se proceda según la legislación y se cierre el otro mercado.