La OCDE revisó al alza sus previsiones de crecimiento mundial para 2023 y 2024 gracias a la caída de la inflación y a la reapertura de China, aunque advirtió este viernes del riesgo generado por las dificultades de algunos bancos.
“Las perspectivas tienden un poco más al optimismo (...), pero la economía mundial sigue siendo frágil”, apuntó el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarollo Económicos (OCDE), Mathias Cormann.
El crecimiento de la economía mundial fue del 3.2% en 2022 y la organización, con sede en París, proyecta un 2.6% para este año y un 2.9% para el próximo, cuatro y dos décimas más que en su precedente estimación de noviembre, respectivamente.
La revisión al alza para 2023 alcanzó a la mayoría de grandes economías del planeta, aunque la organización rebajó sus previsiones de crecimiento para Japón, Corea del Sur, Brasil, Argentina y Turquía.
En el caso de Brasil, la organización espera este año un crecimiento del 1%, dos décimas menos que en noviembre. Para Argentina, la proyección es de +0.1%, cuatro décimas menos.
Y para México, miembro de la OCDE, el informe proyecta un crecimiento este año de 1.8%, dos décimas más.
La guerra en Ucrania “continúa teniendo profundas repercusiones económicas y sociales”, constató Cormann en rueda de prensa.
Sin “crisis sistémica”
La organización publicó estas nuevas previsiones en plena tormenta en el sector bancario.
Para la OCDE, las alzas de tipos de interés por parte de los bancos centrales “podrían seguir sacando a relucir las vulnerabilidades financieras vinculadas a un endeudamiento elevado y una valorización excesiva de ciertos activos”, como demostró recientemente la quiebra de tres bancos norteamericanos, entre ellos el Silicon Valley Bank.
El informe incide en que se están haciendo notar los efectos del endurecimiento de la política monetaria “en ciertos segmentos del sector bancario, en particular entre los bancos regionales en Estados Unidos”.
Sin embargo, el economista jefe interino de la organización, Álvaro Pereira, descartó en la rueda de prensa el riesgo de una “crisis sistémica” comparable a la de 2008, al estimar que la regulación bancaria es “más fuerte” que entonces.
Sobre la dificultades que enfrentó el banco Credit Suisse, el secretario general consideró que “las autoridades suizas reaccionaron rápidamente para limitar el riesgo de contagio”.
Otra fragilidad en la coyuntura actual la constituye la caída de los precios del sector inmobiliario en numerosos países, que podría impactar en otros sectores de actividad.
“Mejora progresiva” de la inflación
Pese a todo ello, la OCDE ve una “mejora progresiva” de la situación económica general a lo largo de 2023 y de 2024, con una reducción de la inflación.
En los países del G20, que representan el 85% del PBI mundial, el alza de los precios se suavizará, y pasará del 8.1% registrado en 2022 a 4.5% en 2024, prevé la OCDE.
La inflación en Brasil y México debería “mantenerse por encima del objetivo” en 2023, con un 5.4% y un 5.9% respectivamente, y descender a finales de 2024 por el endurecimiento de sus políticas monetarias, a 4.3% y 3.4%.
La inflación en Argentina se mantendría en niveles elevados en 2023 (85%) y 2024 (75%).
El crecimiento mundial también se verá beneficiado por “la completa reapertura de China”, que se espera repunte en 2023 después de tres años de política “cero COVID”, que impactó notablemente en la actividad de la segunda economía mundial.
Alemania, la mayor economía de la zona euro, escaparía a la recesión este año con una expansión de 0.3%. Francia crecería un 0.7%.
En Estados Unidos, el crecimiento alcanzaría el 1.5%, frente al 0.5% previsto anteriormente para este año.
El crecimiento de China sería del 5.3%, frente al 4.6% anticipado en noviembre. India podría tener el crecimiento más robusto del G20, con un 5.9%.
La OCDE subió también la previsión para España, a 1,7% en 2023, cuatro décimas más que en noviembre.