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El presidente Emmanuel Macron se enfrenta al desafío más duro a su autoridad después de que su Gobierno eludiera a la Cámara Baja para sacar adelante un proyecto de reforma de las pensiones profundamente impopular que retrasará la edad de jubilación. He aquí por qué:
¿Qué cambios quiere introducir Macron en el sistema de pensiones?
La ley retrasa dos años la edad de jubilación, hasta los 64 años. El cambio se aplicará gradualmente, con un aumento de la edad de tres meses cada año a partir de septiembre, hasta 2030.
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Algunos trabajadores con empleos considerados física o mentalmente demandantes mantendrán el derecho a jubilarse antes que la mayoría de la población activa.
A partir de 2027, la mayoría de los trabajadores tendrán que cotizar a la Seguridad Social durante 43 años, en lugar de 42, para poder cobrar una pensión completa. Esto ya estaba previsto en una reforma de 2014, pero Macron está acelerando el ritmo de la transición.
En comparación, Estados Unidos está aumentando lentamente su edad de jubilación hasta los 67 años, mientras que Gran Bretaña ha anunciado planes para elevar la edad de jubilación estatal a 68 años en algún momento entre 2037 y 2039.
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¿Por qué dice el Gobierno que es necesario un cambio?
El gobierno de Macron afirma que la reforma es necesaria para mantener el presupuesto de pensiones en números negros. Si no se actúa, el sistema de pensiones registraría un déficit anual de 13,500 millones de euros de aquí a 2030, según las previsiones del Gobierno.
Las principales medidas generarán 17,700 millones de euros de cotizaciones adicionales de aquí a 2030. El Gobierno calculó que las “medidas de acompañamiento” para allanar el camino costarían 4,800 millones de euros, creando un superávit de 300 millones de euros en 2030.
Sin embargo, los cambios adicionales elevaron este coste a 6.000 millones de euros, lo que obligó al Gobierno a buscar nuevos ahorros de última hora y cotizaciones adicionales para equilibrar el presupuesto.
El sistema de pensiones francés cuesta casi el 14% del PBI, el tercero más alto de la OCDE por detrás de Italia y Grecia.
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¿Por qué la reforma de las pensiones es una tarea tan delicada en Francia?
El sistema de pensiones es una piedra angular del apreciado modelo francés de protección social.
Se basa en un régimen de pensiones contributivas obligatorias y en la solidaridad entre generaciones. En otras palabras, las cotizaciones de los que actualmente trabajan financian directamente las pensiones de los que ahora se jubilan.
Los particulares pueden hacer aportes voluntarios a productos de ahorro para completar su eventual pensión a través del sistema estatal, pero no existen fondos de pensiones privados como los habituales en Gran Bretaña y Estados Unidos.
Los anteriores presidentes, como Nicolas Sarkozy y Jacques Chirac, se encontraron con una feroz resistencia de los sindicatos y de la calle cuando intentaron cambiar el sistema de pensiones.
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¿Qué pasará después?
La decisión de Macron de aprobar la ley de pensiones sin someterla a votación ha enfurecido a los opositores y ha desencadenado focos de disturbios violentos.
El Gobierno enfrenta una moción de censura en el Parlamento. Se espera que la moción fracase, dejando al gobierno que siga en la lucha, mientras los sindicatos prometen mantener su batalla.
Si inesperadamente se aprueba la moción de censura, la primera ministra Elisabeth Borne presentaría la dimisión de su gobierno en las horas siguientes. Macron tendría que formar un nuevo gobierno sin mayoría en el Parlamento y seguir dependiendo del apoyo de una centroderecha profundamente dividida.
Podría convocar un referéndum sobre la reforma de las pensiones y arriesgarse a que se convirtiera en un plebiscito sobre su presidencia. O podría disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas, una medida que, según los observadores, no haría sino debilitarle aún más en la Asamblea Nacional.
Fuente: Reuters