El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó este jueves de una crisis alimentaria global por las fuertes subidas de precios que han exacerbado la inseguridad alimenticia en gran parte del mundo y urgió a tomar medidas políticas para mitigar su impacto.
En un informe titulado “Enfrentándose a la crisis alimentaria global: impacto, respuesta política y el papel del FMI”, el organismo financiero internacional citó la guerra en Ucrania, los impactos del cambio climático y la pandemia de COVID-19 como principales factores que han contribuido al aumento de precios.
El FMI lamentó que varios países exportadores de alimentos hayan tomado medidas proteccionistas ante la escasez, lo que a su vez ha aumentado todavía más las presiones sobre los precios y la volatilidad del mercado.
El ente financiero aseguró que se trata de una crisis global con especial afectación en los países pobres, particularmente en las regiones del Sahel y el África subsahariana.
Además del sufrimiento humano, la crisis alimentaria tiene importantes costos económicos, indicó el informe, que se reflejan en las balanzas de pagos de los países, en sus presupuestos y recaudación fiscal y en los programas de nutrición.
Para aliviar la situación, el FMI propuso apoyar de forma adecuada a los hogares vulnerables a través de ayuda humanitaria internacional, mantener el comercio libre y abierto para permitir que la comida vaya allá donde es necesaria, aumentar la producción y mejorar la distribución de alimentos e invertir en agricultura que resista al cambio climático.