La expresidenta chilena Michelle Bachelet expresó su apoyo a la propuesta constitucional de su país, y dijo que le gustaría que fuera aprobada en el referéndum nacional de septiembre, a pesar de que las encuestas muestran un creciente rechazo.
El borrador de Constitución, que se encuentra en su fase de revisión final, aborda los problemas que enfrenta la nación sudamericana en temas como vivienda, agua, salud y representación de las comunidades indígenas, dijo Bachelet a Stephanie Flanders de Bloomberg, en una entrevista emitida el miércoles en el evento New Economy Gateway Latin America.
“Espero que se apruebe. Creo que debería aprobarse”, dijo Bachelet, quien actualmente es la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. “Es ofrecer un nuevo contrato social”.
El respaldo de Bachelet, que tiene una gran influencia en el país, donde fue jefa de Estado durante dos mandatos y también ocupó las carteras de Defensa y Salud, rompe con el creciente pesimismo sobre la nueva Constitución.
Tras el estallido social, los chilenos aprobaron por abrumadora mayoría los planes de reemplazar la actual Carta Magna, promulgada durante la sangrienta dictadura de 1973-1990. Las encuestas muestran que son más los electores que se inclinan por rechazar la propuesta que por aprobarla.
Lo que está en juego son las normas que convirtieron a Chile en una de las economías más ricas de la región y también en un favorito de los inversionistas a nivel mundial. La nueva Carta contempla modificar las leyes que privatizaron el agua, proteger los glaciares de la minería e incorporar nuevos criterios en las decisiones de las políticas del banco central.
Los miembros de la comisión encargada de redactar la nueva Constitución han enfrentado desafíos en sus 10 meses de trabajo, y ahora deben redoblar sus esfuerzos para ponerse en contacto con los votantes, dijo Bachelet, de 70 años, quien es médico de profesión. “Creo que uno de los desafíos que tienen es poder comunicarse mejor con la gente”, dijo.
El aumento del escepticismo de los votantes hacia la Constitución coincide con la caída de los índices de aprobación del nuevo presidente de Chile, Gabriel Boric. El exlíder estudiantil de 36 años ha tenido dificultades para ofrecer soluciones rápidas a problemas como la seguridad pública y el deterioro de la economía.
En una conversación con Boric hace unos meses, Bachelet dijo que le advirtió que los cambios profundos requerirán tiempo y que la paciencia de los votantes se agotará.
“Las grandes expectativas nunca se pueden cumplir”, dijo Bachelet. “Normalmente son expectativas irreales porque la gente quiere cambios en dos meses”.
Malestar social
En términos más generales, hay un panorama sombrío a corto plazo para América Latina, mientras los responsables de la política monetaria luchan contra la ola global de inflación provocada por la recuperación de la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania, afirmó Bachelet.
Bachelet ve una “crisis tridimensional de alimentos, energía y finanzas”, debido a los altos precios del petróleo, los fertilizantes y los productos básicos. Bachelet pidió un alivio de deuda del “sistema financiero internacional” para las economías de la región.
“Si seguimos con altos niveles de inflación, con falta de suficientes alimentos, con gente que no tiene ningún apoyo, habrá un gran malestar social. Estoy segura de eso”, advirtió Bachelet. “En medio de todas estas tensiones, podríamos estar enfrentando una crisis de gobernabilidad cada vez más profunda en la región, en medio de la baja confianza en las instituciones y la polarización política y social”.
A continuación, otros comentarios clave de la entrevista.
Aborto en Estados Unidos:
- “Las posibles decisiones tomadas a nivel nacional en EE.UU. para revertir más de cinco décadas de protección de la salud sexual reproductiva a través de Roe y Wade son realmente preocupantes”.
- “Podría ser un retroceso masivo para los derechos de las mujeres, contrario a los estándares internacionales de derechos humanos”.
Sanciones a Venezuela:
- “Estamos en contra de las sanciones sectoriales, no solo en Venezuela, en todas partes, porque las sanciones sectoriales suelen perjudicar a los más pobres”.
- “Hay que pensar exactamente a quién se impacta, y normalmente no se impacta a los poderosos, sino a la gente más vulnerable”.