Un reciente estudio denominado “State of Grocery Latam 2024″, desarrollado por la consultora McKinsey & Company en colaboración con Kantar, reveló que el sector de bienes de consumo en Latinoamérica ha experimentado ocho trimestres consecutivos de crecimiento. En ese contexto, al menos en el Perú, las tiendas convencionales (bodegas del barrio) continúan liderando el mercado minorista.
Si bien hablamos de un avance impulsado principalmente por un aumento en la frecuencia de compra de los consumidores y la diversificación de los canales de adquisición, los líderes del comercio minorista siguen enfrentando desafíos significativos en un cada vez más competitivo y en constante transformación.mercado
“Estamos observando un cambio estructural en la forma en que los consumidores interactúan con los canales para adquirir productos de la canasta básica. Aunque cada país de Latinoamérica presenta un nivel de madurez particular, la tendencia hacia la proximidad y el ahorro es consistente en toda la región”, dijo a Gestión, Max Ramberg, socio de McKinsey & Company Perú.
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El estudio analizó los datos de 14 países de la región, entre los que están Argentina, Brasil, Colombia, México y Perú. En ese marco, se destacan cinco tendencias clave que están redefiniendo el comportamiento del consumidor.
“Los comerciantes enfrentan el desafío de mantenerse competitivos frente a este nuevo segmento del retail, lo que implica ofrecer un portafolio de productos más completo, abarcando diversas marcas y ocasiones de consumo. En otras geografías donde el canal discounter está más desarrollado, como Colombia, se han observado resultados mixtos en el canal tradicional. Las tiendas que han logrado adaptarse, migrando hacia formatos de supermercados independientes, han conseguido sostener sus volúmenes de venta al ofrecer una experiencia más alineada con la del canal moderno, acompañada de un surtido robusto y promociones competitivas”, agregó Ramberg.
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Búsqueda de valor persistente
Según el informe, la inflación persistente y el lento crecimiento del PBI en Latinoamérica han deteriorado el poder adquisitivo de los consumidores, motivándolos a buscar estrategias para maximizar el valor de sus compras.
Desde 2020, el poder adquisitivo ha disminuido aproximadamente un 25% en Latinoamérica, lo que ha llevado a que los consumidores prioricen los productos esenciales como alimentos y bebidas, en perjuicio de categorías como cuidado personal.
Ahora, la búsqueda de valor por parte del consumidor no se limita únicamente a la compra de productos más baratos. Si bien los consumidores priorizan los productos esenciales, en general, han reducido su gasto en marcas convencionales y, en cambio, han aumentado el gasto en marcas privadas, las marcas propias creadas por los retailers, que suelen tener precios inferiores al promedio.
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Transformación de los canales de compra y venta
Los canales modernos adquieren mayor notoriedad. Supermercados, hipermercados, tiendas de descuento y tiendas de salud y belleza superan el 50% de la participación en el valor de las compras en varios países de la región.
Dentro de los canales modernos, las tiendas de descuento están destacando por su rápido crecimiento. En los países donde su inserción supera el 75%, estas tiendas representan más del 25% del gasto total, en comparación con el 3% al 7% en los países donde la penetración es inferior al 75%. Este crecimiento refleja una clara preferencia por formatos más accesibles y de mayor valor, según el informe “State of Grocery Latam 2024″.
Pese a ello, el canal tradicional, como las bodegas, siguen manteniendo una presencia significativa, especialmente en países como Bolivia, Perú y Guatemala. En nuestro país, por ejemplo, el canal tradicional sigue liderando el mercado con una participación del 72%, cifra que se ha mantenido constante entre 2022 y 2023.
“Las bodegas, debido a su versatilidad, siempre mantienen las preferencias de los consumidores peruanos, sin embargo, existe un crecimiento de las tiendas de conveniencia y que preferentemente están siendo captadas por jóvenes que buscan productos de paso y en principalmente alimentos fast food. No obstante, vemos que se mantiene un crecimiento hasta en menor cantidad debido al incremento de la violencia, lo cual ha obligado a cerrar locales en zonas tomadas por la criminalidad y han aperturado bodegas en zonas más seguras. Muchas han optado por no decorar sus negocios, pero si están diversificando con más productos para ofrecer a sus clientes de manera más austera. En esta campaña navideña, esperamos que se reactive el consumo, ya que durante el 2024, ha estado muy deprimido”, dice Andrés Choy, presidente de la Asociación de Bodegueros del Perú.
En cuanto a los canales modernos, los hipermercados y supermercados se destacan con una participación del 48% dentro de los canales modernos, mientras que los Discounters (tiendas de descuento) muestran un crecimiento acelerado, con un aumento de 25 puntos porcentuales en su penetración durante los últimos cinco años, alcanzando el 62% de los consumidores peruanos en 2023.
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Marcas privadas ganan terreno
En un contexto en donde el precio se ha vuelto un factor clave para los consumidores de América Latina, las marcas privadas (marcas propias creadas por los retailers) se están adaptando a un ritmo acelerado.
El crecimiento de estas marcas varía entre países. Colombia y México lideran en términos de valor de ventas, mientras que Ecuador ha experimentado un notable aumento del 300% en el gasto en marcas privadas entre 2019 y 2023. En Perú, las marcas privadas tienen una participación del 4% en el valor total de consumo, con un incremento del 133% en valor durante los últimos cinco años.
El éxito de estas marcas es evidente en su creciente presencia en las tiendas de descuento, donde su participación ha aumentado en 2 puntos porcentuales en los últimos cinco años, alcanzando un promedio del 25.9% en la región.
“El consumidor no reemplazará por completo un canal por otro. En su lugar, buscará oportunidades de ahorro, mostrando disposición para completar su canasta de compra a través de múltiples canales y formatos, incluidos tiendas de barrio, supermercados y tiendas de descuento. Las marcas deben enfocarse en apoyar el desarrollo de los diferentes canales, alineándose con las preferencias del consumidor. Esto implica revisar aspectos como formatos de ocasión, precio y empaque, adaptando la oferta de surtido para satisfacer de manera efectiva las necesidades específicas que cada canal resuelve para el consumidor”, precisa Max Ramberg.
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Ecommerce
Pese a que representan una pequeña porción del mercado total (solo el 1% del consumo en 2023), el ecommerce en Latinoamérica ha experimentado un resurgimiento significativo, cuadruplicando su tamaño en los últimos cinco años. Este crecimiento ha sido impulsado por un aumento en el gasto promedio por comprador y una mayor penetración de mercado.
El crecimiento del canal digital es siendo liderado por categorías como cuidado personal, alimentos no perecibles y bebidas, seguidas por lácteos y productos de cuidado del hogar. Brasil, México, Argentina y Chile se destacan como los mayores mercados online de la región.
Sin embargo, la situación en Perú es diferente. Durante el periodo 2022-2023, el canal digital experimentó un decrecimiento del 8%, a pesar de que ya alcanza al 30% de los hogares del país.
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Adaptación a los cambios en el sector
Frente a estos cambios, los minoristas de alimentos en Latinoamérica vienen implementando estrategias enfocadas en tres dimensiones: evolucionar el posicionamiento estratégico; transformar el núcleo del negocio a través de la digitalización y la adopción de tecnología; y buscar negocios adyacentes para expandir las fuentes de ingresos.
En este contexto, el análisis con minuciosidad se convierte en una herramienta fundamental para comprender el comportamiento del consumidor y personalizar la oferta. Las tiendas retail que aprovechen el poder de los datos estarán mejor posicionados para competir en este nuevo panorama.