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El Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) publicó hoy un decreto supremo que constituye un mecanismo de reposición por pérdidas de alpacas ante eventos climáticos adversos, con el cual se busca beneficiar a pequeños criadores que residan por encima de los 3,800 metros sobre el nivel del mar.
Este mecanismo de reposición consiste en la entrega de alpacas en pie, en sustitución de aquellos animales que perecieron ante la ocurrencia de un evento climático adverso. Esto será aplicable a pequeños criadores en zonas afectadas por climas adversos y que se encuentren declaradas en estado de emergencia.
El Minagri se encargará de emitir la autorización de entrega de alpacas en pie y será a nombre del pequeño criador afectado, previa identificación. La autorización tiene carácter personal y es intransferible, y no podrá emitirse más de una autorización por cada pequeño criador afectado.
El Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) será la entidad encargada de entregar las alpacas de pie a los afectados, por lo que esta institución se encuentra facultado a adquirir ejemplares de alpacas, así como realizar su crianza y reproducción en sus estaciones experimentales.
El financiamiento de estas adquisiciones se efectuará con cargo al presupuesto del Minagri a través del programa "Mejora de la articulación de pequeños productores al mercado".
Este mecanismo de reposición se implementará progresivamente a nivel nacional, iniciándose el 2014 hasta el 2016, en las estaciones experimentales agrarias Illpa en Puno y Canaan en Ayacucho del INIA para atender a los pequeños criadores afectados.
El Perú es el primer referente en la crianza de alpacas, concentrando el 80% de la población mundial, y a nivel nacional según el Censo Nacional Agropecuario (Cenagro 2012), la población actual es de 3'685,516 alpacas.
La crianza de estos animales constituye una de las actividades productivas y económicas más importantes que se desarrollar especialmente sobre los 3,800 metros sobre el nivel del mar.
Sin embargo, esta crianza de alpacas se encuentra expuesta a eventos climáticos adversos, como la presencia de bajas temperaturas sobre el promedio, lluvias torrenciales e inoportunas, sequías prolongadas, y corrientes de aire frío, ocasionando altas tasas de mortalidad, en desmedro de la economía familias del criador.