Dejar un trabajo de un momento para otro puede parecer una decisión liberadora, pero también genera un impacto. Según especialistas, cuando un colaborador renuncia sin previo aviso, se producen efectos inmediatos en la dinámica del trabajo y producción, en donde ambas partes (empleador y empleado) podrían perjudicarse. ¿Qué dicen nuestras normas al respecto?
Desde la perspectiva de la empresa, la repentina salida de un miembro del equipo puede interrumpir metas en curso, aumentar la carga de trabajo de otros empleados y hasta generar incertidumbre, repercutiendo negativamente en la productividad. Por el lado del empleado, puede dañar su imagen profesional y posibles oportunidades a futuro en la misma compañía.
El abogado Omar Díaz, socio del estudio Rebaza, Alcázar & De Las Casas, recordó que el Texto Único Ordenado (TUO) de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral establece que el trabajador debe renunciar con un plazo de 30 días naturales, pudiendo solicitar la exoneración del plazo antes indicado.
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“Si bien el trabajador está en su derecho de renunciar sin preaviso, el empleador puede negociar la ampliación de la fecha de renuncia, pues tiene ventajas al ser el encargado de tramitar en menor o mayor plazo los documentos laborales y la liquidación. Siempre es recomendable tanto para el empleador como para el empleado mantener una buena relación desde el inicio hasta el fin del vínculo laboral”, sostuvo.
“Hay que considerar que la renuncia inmediata de un trabajador puede generar dificultades en los ámbitos administrativos y operativos de la empresa. La ausencia de una persona puede derivar en una desorganización de las funciones, afectando la gestión de tareas pendientes y la correcta redistribución de responsabilidades”, agregó.
¿Si renuncio abruptamente tengo derecho a mis beneficios laborales?
Para el abogado laboralista Daniel Robles Ibazeta, los beneficios laborales por ley tienen que mantenerse hasta el último día que el empleado labora en dicha empresa. No acceder a ello, podría traer consecuencias graves para la compañía.
“El trabajador, pese a renunciar de manera abrupta, no podrá ver afectada o reducida su liquidación de beneficios sociales ni la entrega de su certificado de trabajo, carta liberadora de CTS y demás documentos laborales. Se debe recordar que el no pagar íntegra ni oportunamente la liquidación de beneficios sociales, es considerada como una infracción grave, pudiendo generar multas desde los S/ 8,600.50 hasta los S/ 134,518.00 de conformidad a la cantidad de trabajadores afectados, en el régimen general”, explicó el letrado.
Asimismo, indicó que si un trabajador renuncia sin cumplir con el preaviso estipulado, el empleador queda habilitado de imputarle, como falta grave, el abandono de trabajo.
“Esto puede derivar en el despido del trabajador conforme a lo establecido en el artículo 25, inciso h) del TUO del D. Leg. 728 – Ley de Productividad y Competitividad Laboral. Hay que indicar que el despido no exime al trabajador de otras responsabilidades como la entrega de su puesto de trabajo, así como de cualquier documentación o bienes que pertenezcan al empleador”, manifestó.
En esa línea, el abogado señaló que la obligación del preaviso es aplicable en cualquier tipo de contratación, sin importar la modalidad del contrato laboral, ya sea que el trabajador se encuentre bajo un contrato indefinido o temporal.
“En ambos casos, la legislación establece que, al presentar su renuncia, el trabajador debe cumplir con un preaviso de 30 días, pudiendo pedir la exoneración en forma expresa”, dijo.
Díaz, también comentó que “un trabajador que desea renunciar de manera inmediata y evitar conflictos con su empleador, debería elaborar un listado de tareas pendientes y solicitar una reunión para acordar un plazo razonable para la transición de su cargo. Además, es fundamental presentar una carta de renuncia formal y cumplir con las obligaciones laborales durante este periodo, asegurando una salida ordenada de la empresa”.
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¿Puede afectarse mi reputación profesional si renuncio abruptamente?
Según especialistas, renunciar sin dar el preaviso correspondiente puede afectar negativamente la reputación profesional, ya que los empleadores tienden a valorar la responsabilidad y el compromiso de sus trabajadores. Al no cumplir con el aviso previo, los empleadores podrían considerar esta acción como una muestra de falta de profesionalismo, lo que podría dificultar un posible reingreso a la misma empresa en el futuro.
Renunciar sin cumplir con el preaviso también puede resultar en referencias negativas por parte de tus empleadores anteriores. Al no seguir el procedimiento adecuado, es probable que no estén dispuestos a ofrecerte una recomendación favorable, lo cual podría complicar tu búsqueda de empleo y restringir tus oportunidades profesionales.
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Yuriko Cabeza, Lima 1987. Licenciada de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, con más de 12 años de experiencia en medios digitales. Escribo sobre política, actualidad local y realizo informes especiales.
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