También alertan de los efectos secundarios de las sanciones como es el caso de que algunos socios opten por renunciar a hacer negocios con Lukashenko por miedo a las represalias. (Foto de Sergei GAPON / POOL / AFP).
También alertan de los efectos secundarios de las sanciones como es el caso de que algunos socios opten por renunciar a hacer negocios con Lukashenko por miedo a las represalias. (Foto de Sergei GAPON / POOL / AFP).

Las sanciones europeas contra suponen un duro revés para la economía de la antigua república soviética, pérdidas multimillonarias, según los expertos, que no podrá compensar Rusia, el principal aliado del régimen de Alexandr Lukashenko.

“Esta noticia es claramente mala para las autoridades. Los expertos estiman que la caída del Producto Bruto Interno (PBI) oscilará entre 0.5% y 7%”, comentó el economista Lev Lvovskiy.

La Unión Europea (UE) había adoptado en el pasado toda clase de restricciones contra el país, incluido sanciones personales contra Lukashenko, considerado el último dictador de Europa, y otros altos funcionarios, cuyas cuentas bancarias fueron congeladas, pero nunca había aprobado sanciones sectoriales.

Sanciones sectoriales

“Este es un nuevo precedente para Bruselas. Nadie esperaba sanciones sectoriales. La histeria se habrá apoderado del entorno de Lukashenko”, comentó Anatol Kotau, opositor que antes trabajó en la administración presidencial.

Bruselas ha decidido introducir restricciones a la exportación de productos básicos para la supervivencia del régimen y de la economía planificada bielorrusa, como petróleo y potasa.

Lukashenko ha mantenido a flote a su autoritario régimen desde 1994 gracias, en gran medida, al crudo procedente de Rusia a precios por debajo del mercado. Minsk ha exportado durante años gasolina y otros productos refinados a precios internacionales.

“Todo depende de cómo se apliquen esas restricciones y cómo algunos países defiendan sus intereses e intenten aliviar esas sanciones”, explica el politólogo Dmitri Bolkunets.

Los principales importadores de productos petroleros bielorrusos son el Reino Unido y Ucrania. Cada uno de esos países dejó unos US$ 2,000 millones en las arcas bielorrusas.

“Al imponer sanciones, la UE demuestra que está dispuesta a sacrificar sus negocios en Bielorrusia. Es muy importante cómo actuarán el Reino Unido y Ucrania. ¿Imperará el deseo de sumarse a las sanciones o el beneficio personal?”, se preguntó Lvovskiy.

Pérdidas multimillonarias

Las pérdidas podrían ascender a US$ 10,000 millones anuales, tanto por la reducción de ingresos por exportación como por los problemas que afrontan sectores como el de aviación después del controvertido desvío a Minsk de un avión de Ryanair con un periodista opositor a bordo, Román Protasevich, detonante de las actuales sanciones.

El punto más peligroso de las sanciones sectoriales son las restricciones financieras. Los expertos coinciden al afirmar que la imposibilidad para los bancos bielorrusos de recibir créditos en Europa es un problema muy serio para Minsk.

“Los bancos bielorrusos son marginados del mercado europeo de capital. Sólo pueden recibir créditos a pagar en 90 días. Estos son caros y poco efectivos”, explica Kotau.

También alertan de los efectos secundarios de las sanciones como es el caso de que algunos socios opten por renunciar a hacer negocios con Lukashenko por miedo a las represalias.

Según la prensa, el oligarca ruso Mijaíl Gutseríev, objeto de sanciones de la UE, habría decidido no suministrar petróleo a las refinerías bielorrusas en el tercer trimestre.

“La inclusión de Gutseríev en la lista sancionadora hará que los empresarios rusos teman entablar contactos con Bielorrusia. Para ellos es una señal de que no merece la pena hacer negocios con Lukashenko”, explicó Bolkunets.

Mecanismos de presión

La UE no llegó a incluir en las sanciones la potasa que se utiliza para producir abono, un importante rubro exportador para este país.

Por lo pronto, Bielorrusia tiene firmado un contrato hasta el 2023 con el puerto lituano de Klaipeda, por lo que el consorcio estatal Belaruskalia podrá seguir exportando.

“Esperaba que el golpe a la potasa sería más doloroso. No se entiende por qué la UE tomó tal decisión”, señaló Bolkunets.

Los expertos consideran que si Lukashenko no cumple las condiciones europeas -liberar a todos los presos políticos, celebrar nuevas elecciones presidenciales con observadores internacionales y castigar a los que reprimieron violentamente las protestas pacíficas- la UE podría ampliar las sanciones sectoriales y aprobar nuevas sanciones personales.

“La UE se propone aumentar la presión sobre el régimen. El camino más corto para Lukashenko es cumplir con las exigencias de los Veintisiete. Entonces, todas las sanciones se levantarán en un segundo”, opina Kotau.

Mientras, Bolkunets cree que esta vez la UE no regateará con Lukashenko como en el pasado. “Todas las circunstancias junto con las nuevas sanciones apuntan al peor de los escenarios para Lukashenko. Se irá por la puerta de atrás”, subrayó.

Histeria de Lukashenko y pragmatismo ruso

Lukashenko nunca se había enfrentado a sanciones de tal magnitud. Por eso, su reacción ha sido irracional. Anunció que podría declarar la ley marcial para proteger a las empresas bielorrusas.

“Eso refleja una absoluta incomprensión de cómo funcionan estos mecanismos. Eludir las sanciones va a salir caro”, comentó Kotau.

El Gobierno habló de contrasanciones y algunos diputados compararon las sanciones con la agresión nazi a la Unión Soviética en 1941.

Sea como sea, Rusia no se hará cargo de las deudas del país vecino ni tampoco permitirá el flujo incontrolado de mercancías bielorrusas en su mercado interior.

Según Bolkunets, Moscú está interesado como Occidente en la salida de Lukashenko y la única diferencia son los plazos y los métodos a utilizar. El presidente ruso, Vladímir Putin, exige reformas constitucionales como salida a la crisis.

“Lukashenko debe celebrar el referéndum en la primavera del 2022. Tiene de plazo hasta final de año”, subrayó.