El limeño promedio solía pasar, antes de la pandemia, entre cuatro y cinco horas al día en transporte público. Hoy, ese tiempo ha aumentado en 75%. Además, tiene que caminar aproximadamente 12 minutos para conseguir un medio de transporte. En otras ciudades de la región, como Buenos Aires y Santiago de Chile, esa duración se reduce a la mitad. “Eso, al final, quita calidad de vida”, sentencia Sebastien Munar, country manager - Perú de Where’s My Transport, empresa tecnológica que provee de datos de movilidad y localización a mercados emergentes.