Los sistemas de pensiones en el mundo han venido sufriendo presiones a causa de la inflación y el cambio demográfico de ciertos países. Perú no ha sido la excepción y un claro ejemplo de ello es que se encuentra entre los que poseen las estructuras más deficientes de la región.
De acuerdo con el “Índice Global de Pensiones de Mercer CFA Institute 2023″, nuestro país se ubica en el puesto 34 de 47, con un índice de 55.5 y una calificación de C.
Esto significa que que es un modelo con buenas características, pero con grandes riesgos, los cuales deben ser abordados, para asegurar su eficacia y sostenibilidad en el largo plazo.
LEA TAMBIÉN: Empresas aportarían a fondo de pensiones de trabajadores en AFP y ONP
El estudio indica que Perú tiene “una pensión sujeta a verificación de recursos que se paga a los necesitados y dos sistemas de pensiones paralelos y mutuamente excluyentes”. La investigación diferencia el sistema público, que es la Oficina de Normalización Previsional (ONP), y el administrado por el sector privado, las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFPs).
Asimismo, el documento destaca como un punto clave el hecho que los empleadores no contribuyen al sistema, sino que “todas las contribuciones las realiza el empleado”.
Al respecto, Carlos Cárdenas, abogado laboralista y socio de KPMG, señaló que si bien el esquema peruano presenta ciertas deficiencias, un primer paso para corregir esto es analizar los modelos de países con características similares y tomarlos como referencia.
“En la región no somos comparables con todos, Brasil, Argentina y Uruguay tienen realidades distintas, pero Chile y Colombia, en cambio, son países con características similares, lo cual sirve como referencia para ver como nos situamos a nivel de contribuciones y retenciones”, dijo a Gestión.
Situación del sistema de pensiones
Cárdenas precisó que el monto de aporte a la ONP es el 13% del sueldo mensual del trabajador, mientas que para las AFP’s es de 11.84% como tasa en general (eso sin incluir la comisión, que se calcula sobre el saldo de la cuenta del trabajador). Además, el empleador no aporta.
En Chile el empleador tampoco aporta, pero la diferencia más importante es que hay un tope. En cambio, en el Perú no existe un monto máximo sobre las contribuciones en general de las pensiones.
“Hay un componente muy pequeño para la prima de seguro, pero el grueso del aporte pensionario para la AFP no tiene tope. En Chile, el tope a la base imponible es de US$ 3,431, es decir, a la base sobre la cual se calcula el impuesto”, explicó a Gestión.
LEA TAMBIÉN: Con un nuevo retiro de AFP, ¿cuánto recibirá de pensión si su sueldo es de S/ 1,000?
En países como Colombia si difiere un poco el modelo, porque hay una contribución mixta, en dónde una parte la abona el trabajador (4%) y la otra del empleador (8.5%).
Cabe mencionar, que Chile se encuentra en el puesto 14 a nivel a nivel global y a nivel de Sudamérica lidera el Índice Global de Pensiones de Mercer CFA Institute 2023 con 69.9 y una calificación B.
Por su parte, Colombia se posiciona en el puesto 24 con 61.9 y una calificación de C+.
Ausencia de topes
El ranking muestra como los sistemas de pensiones de Chile y Colombia están por encima del modelo peruano, pero ¿a qué se debe esto?
Carlos Cardenas sostiene que al no haber topes en el esquema se generan menos incentivos para que las personas quieran poner su ingreso en planilla.
“Es decir, si yo tengo un ingreso extraordinario de S/ 50,000, en un periodo determinado, yo se que ese monto íntegramente va a estar gravado por la pensión. En Chile y Colombia lo máximo que se grava sería sobre el tope máximo que está señalado”, argumentó.
LEA TAMBIÉN: BCR: Es difícil que con rentabilidad actual afiliados de AFP tengan pensión digna
“Las personas no esperan recibir una pensión sobre los conceptos especiales que ha recibido a lo largo de su vida laboral, por lo que no deberían estar gravados. Esto de alguna manera incentiva la informalidad y hace que las personas no quieran contribuir”, agregó.
Por otro lado, el experto mencionó que en Colombia se puede observar un nivel de carga mayor para sus empleadores en régimen pensionario, puesto que estos aportan 12% y el trabajador 4%.
Sistema de salud público
Respecto al aporte a la salud, en el Perú este está a cargo del empleador, quién tiene que abonar el 9% de la remuneración a EsSalud. En Chile, el aporte al Isapre es de 7% y está a cargo del trabajador.
En este caso también hay un tope, de US$ 3,431, es decir, si una persona gano US$ 4,000, el aporte máximo se calcula sobre este monto, en otras palabras, sobre este aplicaría el aporte del 7%.
Colombia, por su parte, tiene un modelo de colaboración mixta, en dónde el trabajador aporta 4% y el empleador 8.5%.
Cárdenas recalcó que en el Perú los aportes a la seguridad social en salud son exclusivamente del empleador, pero en los otros países interviene también el trabajador.
“Esto podría ser un aliciente para que los propios trabajadores se preocupen por que la seguridad social en salud funcione de la mejor manera en tanto sea una retención que se les practique a ellos. Ello puede generar mayor interés de los mismos trabajadores para que el sistema de salud brinde un mejor servicio. Cuando el aporte sale de tu sueldo, normalmente uno es más cauteloso respecto al destino de esos fondos”, comentó a Gestión.
LEA TAMBIÉN: Julio Velarde: “Se necesita cuentas individuales para afiliados a ONP”
Finalmente, el abogado laboralista indicó que en el sistema pensionario, las cargas de los empleados son razonable si lo comparamos con Chile, pero a nivel de seguridad social de salud si se tendría que evaluar mantenerse con el mismo modelo de aportes.
Cárdenas señaló que debería haber una coparticipación con los trabajadores a fin de que el servicio de salud se de con mejor calidad y los trabajadores se puedan involucrar más.
Ranking en la región
El ranking latinoamericano de sistemas de pensiones es liderado por Chile con 69.9 puntos, seguido de cerca por Uruguay (68.9).
Ambos obtuvieron la calificación B, que agrupa a sistemas que “tienen una estructura sólida, con muchas características buenas pero que tiene algunas áreas de mejora que lo diferencian de un sistema de categoría A”.
Le sigue Colombia (61.9) con una calificación C+, y más abajo está Brasil (55.7), Perú (55.5) y México (55.1).
El último puesto del ranking lo tiene Argentina (42.3), con calificación D. “Un sistema que tiene algunas características deseables pero también tiene debilidades y/u omisiones importantes que deben abordarse; sin estas mejoras, su eficacia y sostenibilidad están en duda”.
Licenciado en Comunicación y Periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). Con cinco años de experiencia en prensa escrita y digital. Actualmente, se desempeña como redactor en Diario Gestión.
Disfruta tus descuentos del Club de Suscriptores cuantas veces quieras gracias a tu suscripción a Gestión. Más de 300 promociones esperan por ti, descúbrelas Aquí. Y si aún no eres suscriptor, adquiere tu plan AQUÍ.