Día Mundial de la Alimentación: una llamada a la acción global
Escribe Joaquín Rodríguez de la Rosa Valenzuela, alumno de Economía de la Universidad del Pacífico.
El Día Mundial de la Alimentación se celebra el 16 de octubre de cada año y fue proclamado en 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) . Esta fecha busca concientizar a los pueblos del mundo sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza. Desde entonces, se ha convocado cada año en más de 150 países, dando a conocer los problemas detrás de la pobreza y el hambre. Por ello, es necesario que abordemos diversos aspectos que subyacen esta fecha tanto en el Perú como en el mundo.
El problema del hambre en el mundo
El hambre es uno de los problemas más graves que enfrenta el mundo actualmente. Según el último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el número de personas que padecen hambre en el mundo aumentó hasta alcanzar los 828 millones de personas en 2021, lo que supone un aumento de unos 46 millones desde 2020 y de 150 millones desde el brote de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) [1]. Además, el porcentaje de personas afectadas por el hambre se disparó en 2020 y siguió aumentando en 2021, hasta alcanzar el 9,8 % de la población mundial. La situación es aún más preocupante si consideramos que cerca de 2.300 millones de personas en todo el mundo se encontraban en situación de inseguridad alimentaria moderada o grave en 2021.
La importancia de una alimentación saludable
En el Día Mundial de la Alimentación, es importante recordar que una dieta saludable es fundamental para mantener una buena salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer [2].
La OMS aconseja que una dieta equilibrada y saludable debe incorporar una variedad de alimentos, incluyendo frutas, verduras, legumbres como lentejas y alubias, frutos secos y cereales integrales como maíz, mijo, avena, trigo y arroz integral sin procesar. Se recomienda consumir al menos 400 gramos, es decir, cinco porciones de frutas y verduras al día, excluyendo papas, batatas, mandioca y otros tubérculos feculentos. Es crucial mantener un equilibrio entre la ingesta calórica y el gasto calórico para evitar un aumento de peso no saludable.
Se sugiere que las grasas no superen el 30% de la ingesta calórica total. Además, se recomienda limitar la ingesta de azúcares libres a menos del 10% de la ingesta calórica total como parte de una dieta saludable, y para obtener mayores beneficios, se aconseja reducir este consumo a menos del 5%. Para prevenir la hipertensión y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares en adultos, es importante mantener la ingesta diaria de sal por debajo de 5 gramos, lo que equivale a menos de 2 gramos de sodio por día.
La agricultura sostenible
La agricultura sostenible, según lo destacado por la FAO, representa una estrategia fundamental en la producción de alimentos que se caracteriza por su capacidad para salvaguardar el medio ambiente y los recursos naturales. Al mismo tiempo, esta práctica desempeña un papel crucial en la mejora de la seguridad alimentaria y el bienestar de las comunidades. Sin embargo, su alcance trasciende estos beneficios primarios, ya que también se convierte en un motor para la disminución de la pobreza y la elevación de los medios de subsistencia de los agricultores [3].
El enfoque de la agricultura sostenible, tal como lo define la FAO, se sustenta sobre tres pilares esenciales que guían su desarrollo: la preservación del entorno natural, el progreso económico y social, y la optimización en el aprovechamiento de los recursos naturales disponibles. La importancia de la agricultura sostenible se acentúa aún más en vista del impacto global del cambio climático. Esta práctica desempeña un papel fundamental en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y en la atenuación de los efectos del cambio climático. Por lo tanto, no solo se trata de una estrategia para abastecer de alimentos a la población de manera responsable y sostenible, sino también de una herramienta significativa en la lucha contra uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo: el cambio climático. En este sentido, la agricultura sostenible se convierte en un faro de esperanza y una oportunidad para el presente y el futuro de la humanidad.
Panorama regional
En el marco del Día Mundial de la Alimentación, es importante reflexionar sobre la situación alimentaria actual en Perú. Según el Panorama regional de seguridad alimentaria y nutricional 2021, el hambre en América Latina y el Caribe se encuentra en su punto más alto desde el año 2000. En Perú, la situación es particularmente preocupante. Un estudio de 2021 de la FAO mostró que el 51% de la población vive en situación de inseguridad alimentaria [4]. Actualmente, unos 16,6 millones de personas, más de la mitad de la población, no tienen acceso regular a alimentos suficientes, seguros y nutritivos. Esta crisis alimentaria se ha agravado debido a una tasa de pobreza que este año alcanza a la cuarta parte de la población, lo que le impide cubrir su canasta básica de alimentos. Es fundamental abordar estos desafíos para garantizar un futuro saludable y sostenible para todos los peruanos.
Acciones que podemos tomar
En resumen, el Día Mundial de la Alimentación nos llama a reflexionar sobre nuestro rol como ciudadanos globales y agentes de cambio. Cada uno de nosotros puede contribuir de diversas maneras para combatir el hambre, promover la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición. Esto implica respaldar a los pequeños agricultores locales y las comunidades rurales que producen alimentos de manera eficiente, reducir el desperdicio de alimentos y la gestión responsable del agua en nuestros hogares y comunidades, así como mantener una dieta equilibrada que incluya productos de temporada mientras evitamos alimentos altamente procesados. Aunque el Día Mundial de la Alimentación nos brinda la oportunidad de celebrar la diversidad y riqueza de nuestros sistemas alimentarios, también nos recuerda que millones de personas aún padecen hambre y malnutrición. Juntos, podemos tomar medidas relacionadas con el uso responsable del agua en la producción de alimentos y ser el cambio que deseamos ver en el mundo.
Bibliografía
[1] FAO. (2022). Informe de las Naciones Unidas: las cifras del hambre en el mundo aumentaron hasta alcanzar los 828 millones de personas en 2021. Recuperado de https://www.fao.org/newsroom/detail/un-report-global-hunger-SOFI-2022-FAO/es
[2] OMS. (2018). Alimentación sana. Recuperado de https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/healthy-diet
[3] FAO. (s.f.). Hacia una agricultura sostenible y resiliente en América Latina y el Caribe. Análisis de siete trayectorias de transformación exitosas. Recuperado de https://www.fao.org/americas/prioridades/agricultura-sostenible-y-resiliente/panorama-2021/es/
[4] ONU. (2022). La crisis alimentaria avanza en Perú, más de la mitad de la población carece de comida suficiente. Recuperado de https://peru.un.org/es/208354-la-crisis-alimentaria-avanza-en-per%C3%BA-m%C3%A1s-de-la-mitad-de-la-poblaci%C3%B3n-carece-de-comida