El estudio de la OEI se desarrolló a lo largo de 100 días, entre agosto y noviembre del 2021, y entrevistó a un total de 45 directores, la mayoría (82%) de instituciones educativas ubicadas en zonas urbanas del país.
El estudio de la OEI se desarrolló a lo largo de 100 días, entre agosto y noviembre del 2021, y entrevistó a un total de 45 directores, la mayoría (82%) de instituciones educativas ubicadas en zonas urbanas del país.

Reconfigurar equipos, redistribuir funciones, dedicar más tiempo a labores administrativas y brindar soporte emocional al personal docente han sido algunos de los roles asumidos durante la pandemia por los directores de los colegios de Perú, cuya gestión ha sido clave para dar continuidad al servicio educativo.

Así lo concluye un estudio realizado por la (OEI), con la colaboración de la Cooperación Española, que se propuso analizar cómo los líderes escolares del país lograron adaptarse a la virtualidad para sacar adelante su gestión durante la emergencia sanitaria.

Durante la pandemia, los directores han aplicado todas sus habilidades de liderazgo a la máxima potencia. Sobre la marcha tuvieron que adecuar a sus equipos, ser un soporte para toda la comunidad educativa y sin perder el norte, que era procurar la continuidad del servicio educativo”, declaró durante la presentación virtual del estudio su investigador principal, Roberto Alarcón.

El especialista en educación de la OEI destacó que, al igual que en otros cargos y rubros, el trabajo virtual eliminó los límites de la jornada habitual de ocho horas diarias para los directores, quienes tuvieron que incrementar el tiempo dedicado a la gestión administrativa hasta el 40% o 60%, en detrimento a las tareas relacionadas con la labor pedagógica.

Ese aumento en el promedio de horas dedicadas a la administración fue igual para directores con o sin personal administrativo a cargo, pues el estudio apunta a que las condiciones actuales equipararon en cierta forma la demanda de trabajo administrativo en todos los casos.

En ese sentido, señala que las circunstancias obligaron a muchos directores a convocar el apoyo de docentes y personal auxiliar, de limpieza y vigilancia especialmente, para desarrollar actividades administrativas.

Todas estas alteraciones al trabajo habitual, agrega la investigación, ha llevado en la práctica a que los directores apliquen un enfoque más orientado a los resultados y no tanto en el cumplimiento de procesos.

Según detalló la coordinadora de Fortalecimiento del Personal Administrativo del (Minedu), Andrea Palacios, actualmente en el Perú hay más de 47,280 ocupantes de cargos de personal administrativo y el 24% de las instituciones educativas públicas cuentan con al menos un administrador.

Palacios reconoció la “amplia necesidad” del país de cerrar brechas para que todos los colegios puedan contar con personal administrativo, sobre todo ahora que, a raíz de la pandemia, muchas escuelas públicas han recibido a estudiantes provenientes de instituciones privadas.

La vocera de la cartera de Educación también subrayó la importancia de fortalecer las capacidades de los administradores, en especial en materia de ofimática y competencias digitales, y en ese sentido mencionó una estrategia formativa que lanzó el Minedu en el 2019 y que, hasta la fecha, ha logrado capacitar a 1,955 personas.

El estudio de la OEI se desarrolló a lo largo de 100 días, entre agosto y noviembre del 2021, y entrevistó a un total de 45 directores, la mayoría (82%) de instituciones educativas ubicadas en zonas urbanas del país.

La investigación ratificó que los líderes pedagógicos de las instituciones educativas del Perú conocen y aplican la normativa y los instrumentos de gestión administrativa, y le asignan valor a la implementación de mecanismos de transparencia y rendición de cuentas, al igual que a los procesos de autoevaluación y mejora continua.

También permitió verificar las aptitudes de liderazgo de los directores, de quienes destaca su alta vocación de servicio y la aplicación de dotes de empatía, asertividad, creatividad e innovación, además de un liderazgo democrático que realza la participación de docentes, administrativos y familias en la gestión institucional.