La Defensoría del Pueblo realizó una visita de supervisión -no anunciada- a las instalaciones de la Central 111, línea telefónica implementada por el Gobierno para atender casos de extorsión.
Este servicio, que lleva 20 días en funcionamiento, tiene como objetivos brindar orientación, recibir denuncias y activar acciones de investigación sobre extorsión. Sin embargo, no estaría cumpliendo con sus principales funciones.
Según la Defensoría, durante la inspección intempestiva se detectó que la plataforma aún no ha implementado el protocolo de recepción de denuncias, el cual es una de las funciones clave para su eficacia.
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Hasta antes de la visita, se habían recibido alrededor de 1,500 llamadas, y la línea estaba ofreciendo orientación a los usuarios. En casos urgentes, los operadores contactan a las comisarías correspondientes para enviar patrulleros.
Raúl Miranda, vocero de la Defensoría del Pueblo, dijo a Canal N que ya han enviado un oficio a la Comandancia General de la Policía exhortando a implementar el protocolo de recepción de denuncias.
El sistema de atención telefónica está operando las 24 horas del día, con tres turnos de ocho horas y nueve operadores por turno. No obstante, la Defensoría ha detectado que a veces se generan cuellos de botella debido al tráfico telefónico, lo que obliga a los usuarios a esperar. Algo que finalmente no ayuda a resolver el problema.
La Defensoría del Pueblo también está supervisando las comisarías a nivel nacional para evaluar sus carencias en infraestructura, personal y logística, con el fin de dar recomendaciones que mejoren la situación general de seguridad en el país.