A medida que un número creciente de bancos en todo el mundo se niega a mover dinero en nombre del ilegítimo presidente Nicolás Maduro, Venezuela ha encontrado un aliado en el Banco de España, según dos personas con conocimiento del asunto.
El banco central de Venezuela depende cada vez más de su contraparte española para transferir y recibir fondos en el extranjero en un momento en que las sanciones de Estados Unidos han llevado a muchos bancos e instituciones financieras grandes a evitar cualquier trato real o percibido con el régimen socialista.
Los funcionarios del banco central venezolano dicen a contratistas que pasar por el Banco de España es una opción para hacer y recibir pagos fuera del país, y advirtieron que aún podría tomar al menos un mes para liquidar las transacciones debido a un mayor escrutinio, dijo una de las personas.
El gobierno español ha mantenido hábilmente relaciones tanto con Maduro como con la oposición, Juan Guaidó, quien ha sido reconocido por más de 50 países como líder legítimo del país devastado por la crisis. Aunque uno de los principales aliados de Guaidó, Leopoldo López, lleva meses viviendo en la residencia oficial del embajador español en Caracas, el gobierno español aún mantiene relaciones normales con Maduro y sus aliados.
La ayuda del Banco de España llega en un momento crítico para la asediada administración de Maduro después de que el estatal Ziraat Bank, el mayor banco de Turquía por activos, dejó de ofrecer sus servicios para movimiento de dinero. El sistema financiero de EE.UU. está fuera de lugar y los proveedores a veces tienen que esperar semanas para encontrar una cuenta que funcione para hacer pagos al gobierno. A menudo terminan confiando en instituciones financieras remotas desde Europa del Este hasta Asia.
Un vocero de Banco de España declinó hacer comentarios. Un funcionario de prensa del banco central de Venezuela dirigió preguntas al presidente del banco, Calixto Ortega, quien no respondió.
Sanciones más amplias
Desde que el presidente de EE.UU., Donald Trump, asumió el cargo hace tres años, ha impuesto sanciones a más de 100 personas y entidades venezolanas, entre ellas el banco central, para aumentar la presión sobre Maduro con la esperanza de un cambio de régimen. EE.UU. ha intensificado sus medidas contra Maduro y el apoyo a Guaidó este año, pero el statu quo permanece.
Como consecuencia del mayor escrutinio, y el acceso muy limitado a dólares, el banco central ahora realiza más transacciones en euros, y a veces ofrece a los clientes locales acceso a euros en efectivo. Este cambio convertiría al Banco de España en una opción atractiva sobre otros bancos fuera de la eurozona.
La disposición del Banco de España para mover dinero de Venezuela es legal dentro del sistema de corresponsalía bancaria, en el que países, empresas y consumidores envían billones de dólares en pagos en todo el mundo. En algunos casos, los bancos corresponsales perfeccionan su nivel de escrutinio cuando tratan con países bajo sanciones financieras o señalados como riesgos de lavado de dinero.
Las sanciones impuestas contra Venezuela por la Unión Europea, de la que España forma parte, incluyen un embargo a la venta de armas, así como una prohibición de viajar y congelamiento de activos para 18 funcionarios considerados responsables de violaciones de derechos humanos.
Dentro de Europa, España es el país que recibe al mayor número de inmigrantes venezolanos que huyen del caos en su país natal. Si bien España reconoce a Guaidó como líder legítimo del país, todavía alberga al embajador designado por Maduro en Madrid, así como a un representante elegido por la oposición.
Aunque la mayor compañía petrolera de España, Repsol, dejó de enviar gasolina a Venezuela en marzo, la compañía aún suministra diésel con bajo contenido de azufre a cambio de crudo venezolano.
Con el objetivo de protegerse de los efectos de las sanciones, el gobierno de Venezuela ha estado considerando la posibilidad de cambiar a un sistema de mensajería de pagos internacionales operado por Rusia como alternativa a SWIFT, el sistema que utiliza la mayoría de instituciones financieras.