Miembros del personal de la Reserva Federal hicieron una evaluación más preocupante de los riesgos para la estabilidad financiera en la reunión de políticas del banco central el mes pasado que aquella presentada públicamente por el presidente de la entidad, Jerome Powell.
En comentarios a periodistas el 27 de enero, después de la última reunión de formulación de políticas de la Fed, Powell calificó las vulnerabilidades de estabilidad financiera en general de “moderadas”. El personal del banco central hizo una evaluación menos optimista en su presentación en la reunión de enero, y dijo a formuladores de política que las vulnerabilidades eran “notables”, según las minutas de la reunión publicadas el miércoles.
Powell está de acuerdo con la evaluación general del personal, pero habló de manera más global a los periodistas sin el enfoque granular adoptado por los economistas de la Fed en su presentación ante el Comité Federal de Mercado Abierto, según un funcionario de la Fed familiarizado con el asunto.
La evaluación de la Fed de los riesgos de estabilidad financiera es importante porque puede desempeñar un papel en la determinación de la postura del banco central sobre la política monetaria y su enfoque de la regulación financiera. Si formuladores de política consideran que las debilidades del sistema financiero son elevadas, pueden endurecer las reglas que rigen a los bancos o incluso aumentar los costos de endeudamiento para tratar de frenar cualquier exceso que vean.
Los funcionarios de la Fed no mostraron señales en la reunión del mes pasado de querer retirar en el corto plazo su apoyo a la economía y los mercados financieros afectados por la pandemia. Esperaban que pasaría “algún tiempo” antes de que se cumplieran las condiciones para reducir su compra masiva de bonos, según las minutas de la reunión.
La Fed está comprando actualmente US$120,000 millones en activos al mes (US$80,000 millones en bonos del Tesoro y US$40,000 millones en valores respaldados por hipotecas) y se ha comprometido a mantener ese ritmo hasta que haga “un progreso sustancial mayor” hacia sus objetivos de empleo máximo y 2 % de inflación.
La pregunta sobre cuándo comenzar a reducir esas compras podría surgir a fines de este año a medida que la economía cobra fuerza con una distribución más generalizada de las vacunas contra el covid-19 e incluso más gastos del Gobierno federal, dijeron observadores de la Fed. Ese podría ser particularmente el caso si los mercados de valores y de activos continúan su avance aparentemente inexorable y las condiciones financieras ya relajadas se alivianan aún más.
En una nota a clientes del 17 de febrero, Jan Hatzius, economista jefe de Goldman Sachs Group Inc., y sus colegas, dijeron que las actas sugerían que había una mayor discusión por parte de formuladores de políticas sobre la estabilidad financiera después de la presentación del informe del personal, con una amplia variedad de opiniones expresadas.
En el pasado, Powell ha señalado los peligros que los precios de los activos excesivamente elevados y otras vulnerabilidades financieras pueden representar para la economía. En 2007, fue el estallido de una burbuja del mercado inmobiliario lo que derribó la economía. En 2001, fue un colapso en los precios de las acciones tecnológicas lo que ayudó a conducir hacia una recesión.
El presidente de la Fed defendió la flexibilidad de la política monetaria del banco central en su conferencia de prensa del 27 de enero, y dijo que estaba justificada ya que las nóminas están unos 9 millones de trabajadores por debajo de lo que eran antes de la pandemia.
También argumentó que el aumento en los precios de las acciones en los últimos meses había sido impulsado más por la política fiscal y el desarrollo y la distribución de vacunas, que por la postura monetaria de la Fed.