¿Te imaginas poder ganar casi $10,000 al mes trabajando solo unas pocas semanas al año? Esto puede parecer un sueño imposible para muchos, pero para Kyle Stockford, un joven de 29 años de Massachusetts, Estados Unidos, es una realidad. Ha logrado crear una fuente de ingresos que le permite trabajar de manera eficiente y flexible, combinando su pasión por el arte con un lucrativo “side hustle” gracias a su camioneta y un poco de ingenio. Te contaré hoy en Gestión Mix cómo lo logró y qué podemos aprender de su historia para aplicarla a nuestras propias vidas.
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Un comienzo humilde: De artista a Tasker
Kyle Stockford comenzó su carrera como artista abstracto, especializado en la creación de coloridos collages. Sin embargo, como muchos artistas, pronto se dio cuenta de que no podía depender exclusivamente de la venta de sus obras para vivir. Durante unos meses en 2021, las ventas no llegaron como esperaba, lo que lo llevó a buscar una fuente alternativa de ingresos. Inspirado por su hermano, quien hacía trabajos de jardinería y ensamblaje de muebles a través de la plataforma Taskrabbit, Kyle decidió darle una oportunidad a este tipo de trabajos.
TaskRabbit es una plataforma que conecta a personas que necesitan ayuda con una red de personas que pueden ofrecer sus servicios. (Foto: Taskrabbit)
Al principio, aceptaba trabajos más pequeños, como cortar césped o ensamblar muebles de Ikea, ganando entre US$16 y US$18 por hora. Sin embargo, pronto descubrió que el verdadero potencial de ingresos estaba en el negocio de mudanzas. Con una camioneta Chevy Express que había adquirido en 2018 para transportar sus pinturas, vio la oportunidad perfecta para maximizar su tiempo y esfuerzo, ofreciendo servicios de mudanza en el área de Boston.
De $65 a $98 por hora: La clave está en la especialización
Una de las decisiones más inteligentes que Kyle tomó fue aprovechar al máximo su camioneta. Después de un año haciendo trabajos pequeños a través de Taskrabbit, se dio cuenta de que no estaba ganando tanto dinero como podía, a pesar de estar manejando constantemente su vehículo. Decidió invertir alrededor de US$50 en suministros básicos como correas, mantas de mudanza, guantes y cuerdas elásticas. Con esto, se preparó para realizar mudanzas más intensivas y profesionales.
Comenzó cobrando US$65 por hora por sus servicios, y su primer trabajo fue ayudar a dos estudiantes de la Universidad de Northeastern a mudarse a su nuevo apartamento. Ese primer trabajo de menos de dos horas le reportó alrededor de US$130, y a partir de ahí, Kyle no miró atrás.
Kyle Stockford ha logrado lo que muchos desean: crear una fuente de ingresos adicional que le permite vivir cómodamente mientras sigue dedicándose a su pasión artística. (Foto referencial: Pexels)
Con el tiempo, Stockford ajustó sus tarifas a US$98 por hora, especializándose en mudanzas de una sola habitación y recogidas de artículos comprados en línea, como muebles de Facebook Marketplace. Además, desarrolló un fuerte enfoque en la atención al cliente, algo que rápidamente lo hizo destacar. Como él mismo lo señala: “Empecé a darme cuenta de lo estresante que puede ser mudarse para las personas”. Su estrategia de tranquilizar a los clientes y asegurarles que el trabajo terminaría rápido y sin complicaciones le ganó muchas recomendaciones y clientes recurrentes.
Un negocio estacional, pero rentable
Si bien su trabajo es estacional, especialmente durante la temporada de mudanza de estudiantes universitarios, la preparación y experiencia de Kyle han hecho que esos períodos sean extremadamente rentables. En agosto de 2023, durante la temporada alta de mudanzas universitarias, Kyle ganó US$9,740 en un solo mes, según reveló CNBC Make It. En otros meses del año, sus ingresos fluctúan entre $3,000 y $5,000, lo que le permitió generar más de $36,600 en ingresos adicionales solo en 2023.
Lo que hace que esta historia sea aún más interesante es que, a pesar de la naturaleza intensa de los trabajos, Kyle ha logrado balancear sus responsabilidades de mudanza con un empleo a tiempo parcial como manipulador de arte en el Museo McMullen de Boston College. Esto le permite seguir dedicando tiempo a su verdadera pasión: la creación artística.
