Aunque hay 223,000 productores de café a nivel nacional, solo la quinta parte comercializa sus productos de forma directa a los compradores peruanos y/o extranjeros. La gran mayoría se lo vende a empresas exportadoras o comercializadoras -lo que les genera menor rentabilidad- debido a que no cuenta con las herramientas necesarias para moverse en el mercado.
Así lo indicó el presidente ejecutivo del programa Sierra y Selva Exportadora, José Ezeta Carpio, a Gestion.pe. “Más del 80% de los productores llega a través de intermediarios tanto al mercado interno como al mercado externo, porque son pequeños y no tienen nociones de lo que es intervenir en el mercado y los estamos formando en eso”, expresó.
Cambiar esta situación necesita un trabajo previo, pues no se trata solo de realizar una buena venta, sino de garantizar al comprador que siempre podrá adquirir café de la misma calidad. Esto cobra una especial importancia cuando el café se comercializa en el mercado internacional, porque la mala imagen que adquiera un proveedor puede afectar la del resto de exportadores del país.
Desde el punto de vista de Ezeta Carpio, hay tres retos importantes para lograr que un mayor número de productores comercialicen su café de forma directa: fomentar la asociatividad de las unidades productivas, brindarles asistencia gerencial a estas asociaciones y darles acompañamiento técnico en la cosecha y la poscosecha.
“A veces la debilidad no está tanto en poder crear la organización, sino en administrarla y esto significa tener gestores administrativos, financieros y comerciales. Ellos (los pequeños productores) no tienen el recurso humano para poder hacerlo. Por eso el Ministerio de Agricultura tiene un programa que ayuda a insertar gerencia dentro de estas asociaciones, para que ellos tengan un soporte profesional interno mientras se van capacitando”, detalló el funcionario. No obstante, los avances en este sentido todavía se verían a largo plazo.
Cada año se producen en el país alrededor de 300,000 toneladas de café, de las cuales el 90% se destina a la exportación y el resto al mercado interno. Por esta razón, desde hace varios años el sector cafetalero peruano se ve sumamente afectado por la caída internacional de los precios de este commodity, que la lleva a sufrir pérdidas importantes.
Según la Junta Nacional del Café, antes de la pandemia podía presentarse una diferencia entre los costos de producción y los precios de venta que generase pérdidas de hasta S/ 4 por kilogramo de café. No obstante, desde marzo estas pérdidas se han incrementado por las dificultades para producir, las fluctuaciones en el precio del dólar y los gastos en la implementación de protocolos de bioseguridad para evitar contagios de coronavirus.
Entre marzo y julio, el periodo más estricto del estado de emergencia coincidió con el periodo principal de cosecha de café, por lo que el sector afrontó importantes dificultades para el traslado de los trabajadores a los campos y la distribución del café. Es así que la JNC estima una caída de alrededor de 15% en la producción de este año, según declaraciones brindadas a Bloomberg.
Ezeta Carpio señaló como lo más probable que los precios del café en el mercado internacional se recuperen aún en tres años. No obstante, destaca que el consumo de café en los hogares peruanos se ha incrementado a raíz de la cuarentena -que se mantiene de forma focalizada- y busca que siga aumentando con la campaña de promoción del consumo interno de café denominada “Amantes de Nuestro Café”, que desplegará Sierra y Selva Exportadora desde el lunes 24 de agosto. Esta campaña se realizará a través de redes sociales, en varias etapas, a lo largo de un año.
“En el Perú el consumo anual de café per cápita es de alrededor 750 gr, mucho menor que en otros países de América Latina. Nosotros esperamos a largo plazo llegar a al menos la mitad de lo alcanzado por Colombia, donde el consumo per cápita es de 2.2 kg”, manifestó.