Los mercados crediticios registraron las mejores ganancias mensuales en años, pero siguen bajo presión por las salidas de fondos, así como por los datos de Estados Unidos, que indican mayores rendimientos y una recesión económica.
Los bonos de empresas estadounidenses más estables y seguras se dispararon un 5.2% en noviembre, casi igualando el nivel de abril de 2020, cuando la intervención de la Reserva Federal impulsó a todas las clases de activos. La deuda con vencimiento a 10 años o más registró su mejor desempeño desde el 2008, un aumento de más del 9%, mientras que los bonos con la calificación crediticia más alta, AAA y AA, fueron los que registraron el mayor repunte.
“Es probable que hayamos dejado atrás la inflación máxima a pesar de los datos [de las nóminas de Estados Unidos del viernes] y la Fed está realizando las últimas alzas de tasas, lo que debería respaldar específicamente a los activos de riesgo y el crédito [de grado de inversión]”, dijo James Dichiaro, gestor de cartera de Insight Investment Management Ltd.
A pesar del repunte, los bonos de grado de inversión siguen registrando una pérdida de más del 14% este año, la peor de la historia según los registros de Bloomberg, que se remontan a 1973. Gran parte de la caída se debe a la alta duración de la deuda, lo que hace que los precios bajen a medida que suben las tasas, y el crédito se ha comportado ligeramente mejor que los bonos del Tesoro en lo que va del año.
Los alcistas apuestan a que la Fed reducirá el ritmo de ajuste monetario, lo que aliviará la presión sobre la duración, en un momento en que una gran cantidad de deuda de alta calificación se negocia a precios récord. Sin embargo, el panorama está lejos de ser claro, como mostraron los datos de empleo publicados el viernes.
“Aumenta el riesgo de que la tasa terminal tenga que ser modestamente más alta de lo que sugirieron cuando publicaron sus últimas proyecciones económicas”, dijo Dichiaro después de conocerse el dato de las nóminas.
Además, la desaceleración de la economía estadounidense ejerce presión sobre los balances de los prestatarios.
“Las métricas crediticias se han deteriorado y las señales apuntan a un mayor deterioro”, escribieron los estrategas de Barclays Plc. en un informe publicado el 1 de diciembre. “Las perspectivas de crecimiento desfavorables, los vientos en contra de las divisas, las presiones de margen y las trayectorias de apalancamiento menos constructivas ya están pesando sobre los fundamentos corporativos. creemos que esto continuará”, agregaron.
Otra preocupación es que los fondos de bonos de grado de inversión de Estados Unidos sigan perdiendo efectivo, luego que la última semana registraran salidas de US$ 6,900 millones, la novena mayor de la historia. Eso marcó la decimoquinta semana consecutiva de flujos negativos y elevó el total extraído a US$ 47,700 millones.