Bloomberg.- El presidente del banco central de Brasil se enfrenta a la difícil realidad de que es más fácil decir que quitará a las mayores compañías del país los subsidios multimillonarios en dólares que reciben, que hacerlo.
Durante la última quincena, Ilan Goldfajn ha presionado a docenas de legisladores para que apoyen una legislación que en esencia eliminaría las tasas por debajo del mercado aplicadas a los préstamos a largo plazo del banco estatal BNDES antes de que la propuesta expire el 7 de setiembre.
El proyecto de ley, denominado TLP por su acrónimo portugués, ha desatado críticas de los legisladores de la oposición y de las compañías, que dicen que las nuevas reglas reducirán en importante medida el financiamiento corporativo y frustrarán la recuperación económica.
Goldfajn apunta a poner fin a los días en que los préstamos subsidiados del BNDES inundaban el mercado con dinero barato, socavando la efectividad de la política monetaria y a menudo requiriendo aumentos adicionales en las tasas de referencia para absorber liquidez.
Los rumores de que el gobierno estaba abandonando el proyecto de ley provocaron una liquidación de activos la semana pasada, lo que indica hasta qué punto los inversores respaldan la propuesta.
"El TLP fortalece la política monetaria, refuerza la caída de las tasas de interés estructurales de la economía, incentiva el financiamiento privado a largo plazo y los mercados de capitales", dijo Goldfajn en un discurso el 11 de agosto.
La administración del presidente Michel Temer ha intentado reducir el papel del BNDES, que llegó a desembolsar más fondos que el Banco Mundial a tasas de interés varios puntos porcentuales por debajo del nivel de referencia.
Entre los beneficiarios de los préstamos baratos han estado JBS, la mayor empaquetadora de carne del mundo, y Oi, la compañía de telecomunicaciones que presentó el mayor pedido de protección contra sus acreedores de la historia de Brasil el año pasado.
Además de alimentar la inflación, los subsidios costaron a las arcas públicas unos 240,000 millones de reales (US$ 75,000 millones) en la última década, según Betinho Gomes, legislador encargado de supervisar el pase de la medida a través del Congreso.
Como la mayor parte de la cartera crediticia del BNDES beneficia actualmente a un pequeño número de empresas de gran escala, la propuesta legislativa terminaría esencialmente con las ventajas de unos pocos privilegiados, dijo el martes a la prensa el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia.
"Vamos a crear más justicia en el mercado financiero brasileño", dijo Maia. Además, la autorización para cualquier otra financiación preferencial, como la del fondo nacional de construcción de buques, debe proceder ahora del Congreso, no del gobierno.
"El proyecto de ley faculta al Congreso al tiempo que reduce el costo del crédito y aumenta la competencia en el mercado de préstamos", dijo Isaac Sidney Menezes, director de relaciones institucionales del banco central, en una entrevista en su oficina en Brasilia.
"Estamos recibiendo buenos comentarios de los legisladores después de explicar la importancia de la medida", afirmó.
Los detractores, incluido el influyente grupo industrial paulista Fiesp, sostienen que el cambio reduciría la inversión en un momento crítico para la economía brasileña.
El senador del Partido de los Trabajadores, Lindbergh Farias, jefe del comité que analiza la propuesta, describió la medida como "absurda" y retrasó la lectura de la ley prevista para la semana pasada.
Ahora se espera que la legislación sea leída en el Congreso este miércoles y que deba ser votada en agosto a fin de dar al Senado tiempo suficiente para aprobarla antes de la fecha límite del 7 de septiembre.
El día anterior, los directores de los bancos centrales se reunirán para su próxima decisión sobre las tasas.
A la luz del empeoramiento del desempeño fiscal, la aprobación del proyecto TLP de tasa de crédito permitiría a los directores proseguir con el ritmo actual de recortes, extendiendo el ciclo de alivio a 600 puntos básicos, el mayor en una década.
La ley "podría ser el proyecto que permita este ritmo de recorte", dijo André Perfeito, economista jefe de la correduría Gradual Cctvm de São Paulo.