La implementación de protocolos de biodeseguridad en ambientes laborales y la protección de la salud de los trabajadores frente a la amenaza del COVID-19 hizo que las empresas salieran a buscar médicos ocupacionales para cubrir los requerimientos sanitarios que la lucha contra la pandemia exige.
“Las compañías han tenido que buscar el doble o triple de personal especializado en comparación al que tenían antes”, comenta Luis Leey, socio de Amrop.
Detalla además que, en medio del crecimiento de contagios por coronavirus, las empresas entraron en competencia entre sí y hasta con el Estado.
“Cuando hay escasez, suben los precios. Y en este caso subieron los sueldos del personal, con el que han hecho contratos temporales mientras la emergencia lo requiera”, explica Leey.
Agrega que esto ha sido particularmente crítico en empresas que demandan gran cantidad de trabajadores y no pueden aplicar el trabajo remoto. Así, el sector minero, agroexportador y todo tipo de industrias iniciaron esta competencia por especialistas en salud.
La normativa exige que las empresas con más de 20 personas deben contar con un médico ocupacional que realice un monitoreo de la salud de los trabajadores. “Pero con la pandemia esto se volvió urgente”, señala Leey. Muchas compañías optaron por realizar convenios con organizaciones de salud que proporcionan este tipo de talento.
Estructura organizacional
En casos puntuales, comenta el socio de Amrop, algunas empresas optaron por separar el área o unidad de seguridad y salud en el trabajo, que normalmente depende de recursos humanos, para darle una mayor visibilidad ante la gerencia general.
“De esta manera, se podían realizar un reporte directo a los CEO. En la mayoría de casos no se ha dado esta reestructuración, pero sí se han repotenciado las áreas con más personal médico”, indica.
A nivel operativo, las compañías han tenido que ir aprendiendo sobre la marcha la forma de implementar protocolos.
“Han tenido que aplicar el distanciamiento social, proveer mascarillas, habilitar puntos de higiene y utilizar, en la medida, dispositivos contactless en ingresos y ascensores”, detalla Leey.
En otras ocasiones, aquellos sectores que deben desplazar grandes cantidades de personal, han duplicado su gasto en transporte. Esto ocurre con fábricas en zonas urbanas y otras compañías, como grandes agroexportadoras o mineras en diversas regiones del país.