La economía compartida es una nueva forma de hacer negocio y para los usuarios; una de ahorro. Esta se basa en el intercambio de activos o pares. Pero, ¿por qué es tan atractivo para los empresarios?
Marco Vidal, director de la carrera de Marketing e Innovación de UCAL conversó con Gestion.pe sobre la economía compartida, sus beneficios y peligros.
El modelo de negocio tradicional se enfocaba más en la empresa – usuarios. Hoy, con la forma de economía compartida es más usuario – usuario, convirtiéndose así la empresa en un facilitador.
“Todo cambia, los roles cambian y por ende los márgenes de ganancia. En un negocio tradicional donde puedes tener 10 a 20% de margen, en una economía compartida tendrías un 70 a 80%. Cabe recalcar que dependerá del sector y que hoy las empresas son el otro usuario.”, explicó.
Precisó también que este modelo aplicado por Uber, Netflix y otras grandes empresas no se trata de una moda, sino más bien de una tendencia de modelo de negocio.
“El éxito del negocio está más que asegurado si sigue el modelo de la economía compartida; sin embargo siempre dependerá como lo promuevas, recordando siempre que el “ahora” es más que importante.”, aseguró.
Y es que el secreto del éxito de este modelo de negocio va más hacia el hecho de realizar y generar una experiencia en los usuarios.
“Muchas ya están apuntando a esto, incluso las empresas que tienen el modelo tradicional están mirando porque ya les empezó a afectar.
Entonces, o creas un modelo de negocio diferente o lo adaptas.”
Mencionó además que los beneficios pueden ir por el lado del medioambiente hasta los ahorros, sociabilización y temas de salud y bienestar para los usuarios.
“Van a crearse cada vez más organizaciones dentro del modelo de economía compartida, que se irán explorando a través del tiempo. Hay que prestarle mucha atención a esto para tener una regulación interesante”.
En otro momento, precisó que tras el enfoque de la economía compartida donde ya no va más con el objeto, como lo era antes, sino en la experiencia, esta funcionará mediante la confianza.
“Es un factor clave, por eso los negocios con esta economía compartida tiene que crearse sobre la base de reputación. Dudo que la desconfianza desaparezca del todo, pero sí hay que reducirla trabajando en el conflicto que tiene con la creatividad”, aseguró.
Pero, ¿qué tan dispuestos estamos a confiar y compartir los riesgos de la economía compartida?
“Esa es la gran pregunta de la economía compartida. Lamentablemente los riesgos aún no están claros, pero va por la dirección de cuidar a todas las partes y de dividirlos.”, finalizó Vidal.