La capacidad de pago de los peruanos sigue afectada por el alza de precios y muchos están haciendo ajustes en sus presupuestos para llegar a fin de mes.
Incluso, aquellos con hipotecas vigentes buscan alternativas para rebajar la cuota de su crédito ante este escenario.
Así, una opción es buscar la compra o consolidación de deuda de su entidad o una distinta donde le ofrezcan una tasa de interés menor a la que le fue otorgada cuando tomó su financiamiento, dijo Nicolás Mendoza, CEO de RebajaTusCuentas.com.
La dificultad en este caso es que las tasas de las hipotecas han subido continuamente en el último año, por lo que será complicado conseguir que una entidad le ofrezca una tasa más baja ahora, agregó.
Según Jorge Carrillo Acosta, experto en finanzas de Pacífico Business School, el costo promedio del crédito hipotecario en la banca es casi de doble dígito, subida registrada en línea con el alza de tasa del Banco Central de Reserva (BCR).
“Quizá si sacó su crédito con una entidad pequeña como una caja, cuya tasa era más alta, y ahora accede a un banco, puede solicitarle que compre su hipoteca -a menor costo- y así rebajar el pago mensual”, agregó.
La tasa promedio de una hipoteca en la banca es de 9.97%, mientras que en las cajas municipales es de 13.79%, de acuerdo con la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Otra alternativa, comentó, es amortizar cierto monto aprovechando el próximo pago de utilidades a trabajadores, con ello el saldo adeudado se reduciría y pasaría lo mismo con su cuota.
En tanto, Mendoza advirtió que si el deudor quiere amortizar usando sus ahorros deberá comparar entre la tasa de su crédito y el rendimiento ofrecido por una alternativa de ahorro o inversión.
“Sí la hipoteca la sacó hace un año y medio, y obtuvo una tasa de 6%, es mejor que conserve su dinero en un depósito a plazo, por ejemplo, que le ofrece un retorno de 8%; aunque si el costo de su financiamiento supera el 10%, sí convendría una amortización”, detalló.
Una tercera alternativa es acudir al banco y solicitar un cambio en las condiciones de su crédito a fin de que se ajuste con su nueva capacidad de pago, sostuvo Carrillo.
Es factible que el cliente pida una ampliación de plazo y con ello lograría que su cuota mensual sea menor, aunque pagará más intereses al final de su préstamo, añadió.
Sin embargo, Mendoza recomienda que esta sea la última alternativa a tomar pues estar sujeto a una reprogramación o refinanciamiento de su hipoteca le genera un deterioro en su calificación crediticia.
El banco recibe a su cliente y evalúa si el impacto en la capacidad de pago es temporal o permanente para escoger la mejor solución, pero el usuario debe acudir a reestructurar su deuda antes de caer en una morosidad significativa, acotó.