El invertir en la bolsa de valores muchas veces se presenta como una opción “lejana” para las personas, pues la entienden como una situación compleja.
No obstante, este no es el caso, invertir en acciones, bonos, entre otras alternativas, es un proceso sencillo que puede albergar a cualquier persona que maneje un excedente de ingresos.
¿Qué se debe hacer?
En cuanto al proceso de invertir, según Alonso Choquecota, CEO de InValor, lo primero por hacer es contactar con una Sociedad Agente de Bolsa (SAB), pues los procedimientos de compra y venta de instrumentos, se realizan a través de estas instituciones.
“El hacerse cliente de una SAB no es complejo, pues implica un proceso rápido. Por ejemplo, tan solo basta con contactar a la SAB, que envíen los documentos, completarlos y firmarlos. Luego se estaría listo para invertir”, indicó.
En este punto, si ya se cuenta con el dinero que va a invertir, solo hace falta elegir una opción de inversión e indicarle o ingresar su orden a la SAB para que se concrete la transacción. Sin embargo, hay cuestiones para analizar antes de “colocar” el dinero en alguna alternativa.
¿Qué debemos tener en cuenta para escoger una SAB?
Antes de escoger una SAB, según Choquecota, es bueno estar enterado de las comisiones que cobran por las operaciones de compra y venta, y entrega de beneficios por la inversión (por ejemplo, dividendos o cupones de bonos).
Las comisiones que cobran estas entidades son de dos tipos, fijas y variables. Respecto al primer tipo, en el Perú, las comisiones pueden tomar un rango de alrededor de S/ 50 y S/ 200 por transacción. En cuanto a las variables, estas representan un porcentaje del monto a transar, de entre 0.5% y 1.5%.
Sin embargo, otra característica a evaluar está relacionada a los beneficios que ofrece la SAB, como research o asesoramientos al cliente.
¿Existen montos mínimos para invertir?
No existen montos mínimos para invertir; no obstante, si hay recomendaciones respecto a ello. Según, Choquecota, el monto mínimo recomendable sería S/ 10,000, y esto se explica por las comisiones que hay que pagar.
“Por ejemplo, si se invierte S/ 1,000 y la comisión de compra y venta es S/ 100, el inversor estará pagando S/ 200, que representa el 20% de su capital invertido. Es decir, si quisiera generar un beneficio la acción tendría que subir más de 20%”, indicó.
Perfil de riesgo
Otro punto a analizar, mencionó Choquecota, es el perfil de riesgo; es decir, qué tanto se está dispuesto a arriesgar o no en una inversión. En algunos casos, es la misma SAB la que orienta al cliente en cuanto a este criterio a través de, por ejemplo, un test de perfil de inversionista.
No obstante, a medida que se realicen operaciones de inversión la persona tendrá más claridad sobre qué tan adverso es al riesgo. Definir un perfil de riesgo permite escoger una estrategia de inversión que se adecue a este.
Impuestos
El tema de impuestos es otra de las variables a analizar. En el caso de ganancias de capital (por ejemplo, compra y venta de acciones) y dividendos, el impuesto representa el 5% del monto obtenido como ganancia.
Sin embargo, en el caso de impuestos a ganancias de capital, este puede volverse cero si la acción transada tiene “presencia bursátil”. Esta, de manera simple, indica qué tanto ha sido transada la acción. Si este es el caso, no se paga impuesto alguno.
“Si el día que liquidaste la acción esta tiene presencia bursátil, quedas exonerado”, indicó Choquecota.
Estar al tanto del “universo” de alternativas
Más allá del asesoramiento que se puede recibir, es recomendable que antes de invertir la persona esté al tanto de las opciones posibles a las que puede dirigir su dinero.
En la bolsa peruana se puede invertir en el mercado local y extranjero a través de, por ejemplo, renta variable o fija. En los instrumentos de renta variable se pueden encontrar las acciones comunes, preferentes o de inversión (esta para valores locales).
Respecto a la renta fija, esta comprende instrumentos financieros de corto plazo como papeles comerciales o certificados de depósitos y de largo plazo como bonos. Los instrumentos de renta fija son más estables y, por ende, con porcentajes de rentabilidad más bajos; sin embargo, hay casos que pueden ser atractivos en cuanto a rendimientos dentro de estas opciones (por ejemplo, emisiones de bonos por parte de empresas de baja capitalización bursátil).
“Además de las opciones de renta fija y variable, es importante mencionar que existen otras alternativas como las llamadas “fibras”, las cuales dan exposición al sector inmobiliario”, señaló.
¿Cómo recibo mis beneficios?
En el caso de cobrar dividendos, indicó Choquecota, estos serían depositados en la SAB a la que está afiliado el accionista para que posteriormente sea depositado en la cuenta del mismo. Este sería el mismo procedimiento con las ganancias de capital.
Cabe resaltar, que por este tipo de transacciones, también se cobra una comisión por parte de la entidad agente de bolsa.