Las compañías en el país se encuentran a la espera de que las tasas de interés desciendan y la actividad económica mejore a fin de financiarse mediante bonos a largo plazo en el mercado de valores peruanos, coincidieron gerentes y analistas financieros.
El subgerente de Economía Monetaria del Scotiabank, Mario Guerrero, señaló que las tasas de los bonos del Tesoro estadounidense constituyen la referencia para todo financiamiento empresarial a largo plazo en soles y dólares, ya sea un crédito tradicional o uno vía bonos, entre otros.
En ese contexto, el último mensaje de la Reserva Federal de los Estados Unidos (EE.UU.) en relación a que las tasas se mantendrían altas por más tiempo generó una sobrerreacción en los mercados y los bonos del Tesoro estadounidense a plazos de tres años subieron fuertemente.
Esta situación ocasionó que las tasas de interés de los bonos soberanos (en soles) y los bonos globales (en dólares), ambos peruanos, estén subiendo y se ubiquen por encima de 7% para el caso del soberano peruano, en vez de descender, explicó Guerrero.
Entonces, sostuvo, este factor externo (el avance de los bonos del Tesoro de EE.UU.) no está favoreciendo el descenso de las tasas de los bonos soberanos y globales peruanos.
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Hay que considerar que las tasas de los bonos soberanos de América Latina vienen bajando desde abril porque los mercados consideraron que los bancos centrales ya habían cumplido con su tarea y por tanto, serían las primeras en iniciar su recorte de tasas claves, lo cual sucedió, destacó.
Este contexto externo no contribuye a que el descenso de la tasa de referencia del Banco Central de Reserva (BCRP), que marca la dirección de la política monetaria, alcance al financiamiento de largo (es decir, que también el costo de la deuda baje). “Esto no ayuda al endeudamiento a largo plazo (las tasas altas) y hace costosa cualquier inversión”, anotó.
La tasa de interés de los bonos soberanos peruanos a 10 años, referente para emisiones corporativas en soles a este plazo, pasó de 7.72% a marzo último a 7.49% a abril del 2023, registrando una baja de 23 puntos básicos; y a 6.97% a setiembre de este año, desde marzo 2023, mostrando un descenso 75 puntos básicos, según información difundida por el BCRP.
A ello, hay que sumar que no existen grandes proyectos por financiar, no hay un cronograma de nuevas inversiones listas para salir al mercado de capitales, y las pocas empresas que participan en esta plaza se endeudan a corto plazo.
Entonces, consideró el subgerente de Scotiabank, no hay grandes financiamientos de largo plazo con bonos en bolsa por un tema de menor inversión privada y altos costos de financiamiento.
“Ahora, se espera que la FED empiece a bajar sus tasas clave en el segundo trimestre del 2024 y que las tasas de los bonos del Tesoro estadounidense a plazos largos no se mantengan altas hasta ese entonces”, mencionó.
“Mientras los países desarrollados, como EE.UU., no empiecen con su ciclo de recorte de tasas clave y finalice el fenómeno de El Niño, será difícil observar financiamiento de largo plazo (en el país)”, expresó.
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Empresas en espera
Hay que considerar que las empresas emiten deuda de largo plazo, a 10 años, lo hacen para expansiones de planta, adquisiciones y crecimiento, más no para capital de trabajo, pero en estos momentos, las grandes empresas están en modo espera, señaló el CEO de El Dorado Asset Management, Melvin Escudero, a su turno.
Sin embargo, mencionó que la poca emisión de bonos, especialmente, de largo plazo en la plaza local no solo se observa en Perú, sino en toda América Latina y los mercados emergentes.
Los bancos centrales en el mundo, tanto de países desarrollados como de América Latina, elevaron sus tasas claves por el contexto inflacionarios y la necesidad de reducir los excesos de liquidez que inyectaron durante la pandemia.
“Ocurrió entonces, una de las mayores subidas de tasas de interés de la historia”, lo cual afectó mucho los mercados (financieros), pero una vez que las tasas tocan techo empieza la recuperación, la cual duraría entre tres a cinco o 10 años, agregó.
Así, existe consenso en que ya se llegó a los techos de tasas y que si la Reserva Federal de Estados Unidos (EE.UU.) eleva su tasa clave, lo haría una o dos veces más, y luego vendría el descenso; además Perú ya empezó a bajar (su tasa de política monetaria) igual que otros países del mundo, refirió.
En esa bajada (de tasas) todo el mercado de bonos se reactivará, incluido la plaza (de bonos) peruana, y ello se notará en la primera mitad del próximo año, proyectó. “En estos meses (del 2023) podría haber algunas emisiones nuevas (de bonos) porque ya hay color y el descenso de la tasa no será de golpe, sino que regresará a niveles intermedios”, refirió.
En lo que va del año, a agosto del 2023, solamente hay dos empresas financiándose con bonos a largo plazo en el mercado de capitales peruano, una de ellas a un periodo de 10 años y la otra a cinco años, siendo la mayoría papeles de corto plazo, según información difundida por la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV).
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Expectativas 2024
El jefe de Research de Renta4 SAB, César Rómero, manifestó que existe una menor cantidad de empresas emitiendo deuda (en el mercado de valores) porque la tasa de los bonos soberanos en soles, referente para los bonos corporativos, se incrementó en los últimos años.
(Las empresas) “están a la espera que las tasas empiecen a reducirse de cara a que la tasa del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) descienda”, anotó. “A la tasa del BCRP están ancladas todas las tasas de financiamiento”, comentó.
En ese contexto, proyectó que el financiamiento con bonos empiece a incrementarse en el segundo semestre del próximo año, dependiendo de otros factores coyunturales como: el fenómeno de El Niño, que impacta sobre la economía y los precios, entre otros.
Cabe destacar que en setiembre último, el jefe de Análisis de Kallpa SAB, Marco Contreras, manifestó que las compañías estuvieron buscando financiamiento de capital de trabajo en julio pasado, es decir, financiamiento de corto plazo a la espera de que las tasas de interés bajen y se endeuden a largo plazo.
Esta toma de deuda a corto plazo también, se debió al impacto del menor crecimiento económico y el que no haya muchos proyectos en el que las empresas tengan que invertir, anotó aquella vez.