La inflación es un factor a tener en cuenta hoy más que nunca al momento de tomar un depósito en el sistema financiero, pues puede afectar el rendimiento de los fondos ahorrados.
Al cierre de julio, la tasa de inflación anual llegó a 3.81% y rebasó el rango meta (de entre 1% y 3%) del Banco Central de Reserva (BCR).
Además, las expectativas de inflación a 12 meses de analistas económicos y del sistema financiero están en 3%, según reciente encuesta del BCR.
Considerando los depósitos a plazo de un año tomados por las personas al término de julio del 2020, en cinco de 12 bancos las tasas de interés anual ofrecidas en ese momento lograron superar la inflación acumulada en el periodo (3.81%). Estos bancos habían ofrecido rendimientos anuales de entre 4% y 5%, según datos de la SBS.
Tasa real
Pero los depósitos a plazo de los otros siete bancos rindieron menos que la inflación. Este grupo incluye a los cuatros bancos más grandes del país, cuyas tasas de interés anual se ubicaron en torno al 1%. En promedio, el rendimiento de estos depósitos en los bancos, en conjunto, fue de 2.07% anual.
Para conocer cuánto realmente rinde un depósito en el sistema financiero se debe aplicar la tasa de inflación, es decir, calcular la tasa de interés real, refirió a Gestión Walter Leyva, docente de posgrado de ESAN.
“En la práctica, eso equivale a restar la tasa de inflación de la tasa de interés del depósito y el resultado sería una guía de cuánto es realmente lo que se está ganando”, indicó.
Capacidad de compra
Cuando la inflación es mayor que la tasa de interés de los depósitos, los fondos terminan con una capacidad de compra menor a la de hace un año, advirtió Yang Chang, profesor de posgrado de la Universidad de Piura. “Por ejemplo, si recibes una tasa de interés de 2% y la inflación es 3.8%, estás perdiendo una capacidad de compra anual de alrededor de 1.8%”, agregó.
Las estadísticas muestran que los rendimientos de los depósitos de hasta un año de todas las financieras, de entre 4% y 6%, sí superaron la inflación, lo mismo que en ocho de 12 cajas municipales y en cinco de siete cajas rurales.
En el 2020, el exceso de liquidez en el sistema financiero y la baja demanda de créditos provocaron la disminución de las tasas de interés de los depósitos a plazo en soles, explicó Walter Rojas, gerente central de negocios de Caja Cusco.
Mayores rendimientos
Pero en los últimos meses, los retiros de las cuentas de CTS y el ruido político provocaron salida de fondos del sistema financiero, que han golpeado la liquidez, dijo Leyva. Además, el acceso a fondos de AFP y la mejora de la actividad, que viene con más demanda de financiamiento, alentaron la captación de ahorros, añadió.
En ese contexto, las tasas de interés de los depósitos a plazos han empezado a subir, aunque ahora las expectativas de inflación más elevadas y de un dólar al alza hacen prever a las entidades financieras que tendrán que incrementar más los rendimientos que ofrecen por los depósitos.
La necesidad de liquidez y el aumento del riesgo país por la incertidumbre política también impulsarán las tasas de los depósitos, dijo Rojas.
La recomendación al público es buscar depósitos que paguen más que la tasa esperada de inflación, refirió Chang. Otra opción es ahorrar en dólares, pues la subida esperada de esa divisa puede absorber la pérdida esperada por la inflación, afirmó.
Siguen retiros por ruido político
A causa del ruido político y pese a los mensajes dados por el presidente Pedro Castillo siguen los retiros de depósitos del sistema financiero, los que se envían al exterior o se guardan bajo el colchón, señaló Walter Leyva, de ESAN.
Asimismo, explicó que una de las razones por las que las microfinancieras pueden ofrecer tasas de interés de depósitos más elevadas que los bancos, es que las primeras cobran tasas más altas por sus créditos. “Los bancos tienen mejores calificaciones de riesgo y sus costos operativos son mucho menores y eso influye en que la tasas (de depósitos) sean mucho más bajas”, acotó. Walter Rojas, de Caja Cusco, añadió que los bancos tienen una estructura de fondeo más diversificada que incluye las cuentas corrientes, por las que casi no pagan nada, y acceso a recursos del exterior más baratos.